Salud y educación en el nivel superior

Asistencia psicológica universitaria: una demanda en aumento

En el 2004, el pedido de ayuda terapéutica encabezó las consultas en la Obra Social Estudiantil de la UNR

Matías Loja (*)

Problemas afectivos, conflictos sociolaborales, dificultad en la comprensión e interpretación de textos y desarraigo son algunos de las problemáticas más frecuentes que aquejan a un importante número de universitarios que, en función de ellos, deciden recurrir a los servicios de asistencia psicológica que la Universidad Nacional de Rosario (UNR) posee para atender a una demanda que, por diversas causas, se encuentra en aumento.

"Si se compara la cantidad de estudiantes que solicitaba este tipo de asistencia hace cuatro años con los que la realizan ahora, el número es significativamente mayor", asegura el director de Bienestar Estudiantil de la UNR Fernando Benítez. Y como muestra de esta situación, un dato es contundente: en el 2004, la ayuda psicológica encabezó el ranking de consultas de los estudiantes que gozan de la Obra Social Estudiantil, superando largamente a las demás prestaciones que brinda dicha cobertura de salud, que alcanza aproximadamente a 850 alumnos (en su mayoría pasantes) de la universidad rosarina.

Realidad que impacta en los planes futuros de la UNR, que actualmente se plantea la necesidad de incluir la asistencia psicológica en el centro de salud para estudiantes de la UNR que no poseen obra social, que esperan que abra sus puertas a mediados de abril en un inmueble perteneciente a la Asociación Israelita de Beneficencia, ubicado en Rioja al 1800.

Asimismo, la ayuda terapéutica, según datos de la Obra Social Estudiantil, es requerida por igual, por los estudiantes de todas las facultades. "Incluso hay jóvenes que estudian veterinaria y ciencias agrarias que, pese a la distancia (tienen su sede en Casilda y Zavalla, respectivamente) también requieren este tipo de apoyo", apunta Benítez.

Pero también, muchas unidades académicas poseen espacios de contención psicológica para los alumnos de sus carreras. Tal es el caso de la Facultad de Psicología, que desde 2003 lleva adelante un Programa de Atención y Asesoramiento Estudiantil, "destinado a aquellos alumnos que soliciten asesoramiento pedagógico que tenga implicancias tanto institucionales como subjetivas", señala el psicólogo Miguel Gómez, coordinador del proyecto.


Las dificultades
"Prevalecen los problemas anímicos, que impiden una inscripción social, lo que provoca que no puedan avanzar en la carrera", describe Miguel Gómez, y agrega que, junto con las dificultades de lectoescritura, problemática de sustancial importancia en un elevado número de universitarios, el tema del desarraigo es significativo, máxime teniendo en cuenta que casi el 70 % de los que alumnos que concurren al mencionado programa proviene de ciudades y pueblos del interior de la provincia. "Les cuesta adaptarse y renovar lazos afectivos. La fuerte adherencia a los lugares de origen y a la familia impiden una inserción plena y continua", afirma Gómez.

A su vez, al 35 % de los estudiantes que consultan a los especialistas de la facultad se les presenta el dilema de tener que priorizar la cuestión laboral a sus estudios, generándose de esta manera, según comentan los especialistas, un cuadro de angustia y depresión, escollo no menor si se tiene en cuenta que 1 de cada 3 estudiantes de la UNR debe trabajar para solventar sus estudios.

Miedos, fobias, estrés y desgano. Múltiples son las causas que generan estos síntomas, que sirven para establecer, a grandes rasgos, el perfil del universitario. Por obstáculos no sorteados a tiempo acarreados desde el nivel medio, por causas internas de la universidad (exigencia curricular), o inclusive por situaciones personales (tanto económicas como familiares), los estudiantes manifiestan, al compás de los tiempos que corren, las complicaciones que afectan al conjunto de la sociedad, las cuales se transforman a la larga en los principales motivos de deserción y repitencia universitaria.

(*) Periodista