| domingo, 13 de febrero de 2005 | San Luis: Viaje al centro de la tierra Carpintería busca a través del turismo minero el brillo de mediados del siglo pasado La localidad de Carpintería, al noroeste de San Luis, busca en el turismo minero el esplendor que tuvo a mediados del siglo XX, cuando la extracción mineral estabilizó la economía y fue la causa del aumento poblacional ya que mucha gente que llegó atraída por la explotación se afincó luego en Merlo.
El turismo religioso, con el monasterio de Belén, y la Fiesta de las Carrozas, un emprendimiento de los estudiantes que ya es un encuentro anual, es otro atractivo para los visitantes.
El origen del nombre reconoce dos versiones; una asegura que deviene de los pájaros carpinteros que habitan los bosques cercanos, y la otra afirma que allá por 1734 los jesuitas instalaron carpinterías para trabajar la gran cantidad de madera de algarrobo, molles, talas, cocos y quebrachos.
Sin embargo, en 1712, antes de la llegada de los jesuitas y los dominicos, el lugar aparece en los registros como Valle de la Carpintería.
La tradición oral dice que en aquel tiempo hubo una indiscriminada tala de árboles que se enviaron a Mendoza y San Juan, dando origen a la industria maderera. Al parecer las dos provincias cuyanas comenzaron a necesitar muebles y objetos de madera para las viñas, y a demandar "carretería" para el transporte de uvas y toneles para el proceso del vino.
Cerro Aspero En la mina de Cerro Aspero, un sitio también conocido como Pueblo Escondido, funcionó un establecimiento minero dedicado a la explotación de wolfram, que hoy forma parte del circuito turístico que también recorre la mina del Cerro Negro, de cuyos yacimientos se extraía mica.
Los faldones montañosos que rodean a Carpintería, localidad en la que ahora viven unas 1.500 personas, fueron habitados por pueblos aborígenes cazadores y recolectores que no se alejaban demasiado de la comarca atravesada por vertientes de aguas límpidas.
En el paraje Ojos de Agua, que está en una quebrada profunda y en medio de un bosque de molles, nacen varios arroyos que descienden hacia el valle y fertilizan las tierras.
Cueva del Indio Cerca de allí está la Cueva del Indio, un recinto tan amplio como misterioso donde las tribus primitivas dejaron sus mensajes a través de las pinturas rupestres talladas en las rocas. Allí se encontraron elementos de la vida cotidiana de los comechingones, entre ellos morteros de piedra y plataformas rituales.
Si bien la Capilla de la Virgen de Luján y la ermita de San Cayetano -ésta última en la cercana Colonia La Argentina- son centros de constante peregrinación, la instalación de un monasterio hace doce años profundizó el flujo de turistas de la fe.
Otro itinerario llega hasta el Cerro Blanco, en el límite con la provincia de Córdoba, desde cuya cima se tiene una soberbia vista de ambos valles.
Las caminatas por senderos agrestes y también las cabalgatas llegan hasta los cerros, cuevas y cascadas, y visitan las huertas donde los turistas pueden cortar las verduras directamente de los almácigos. Cabañas de estilo montañés, hospedajes familiares y un camping con balneario bien equipado, abierto todo el año, completan la oferta de alojamiento del lugar.
Carpintería integra regionalmente el circuito Camino de la Costa, que bordea las Sierras de los Comechingones por la ruta provincial 1, desde Villa de Merlo hasta La Punilla, y también pasa por Los Molles, Cortaderas, Villa Larca, Papagayos y Villa del Carmen. enviar nota por e-mail | | |