| domingo, 13 de febrero de 2005 | La gente ya cantó por el clásico El campeón tuvo un notable respaldo Extendiendo el clima festivo del final del año pasado unos 3.500 hinchas leprosos marcaron fuerte presencia anoche en el Tomás A. Ducó en el reinicio de este torneo Clausura. Primero pusieron el ojo en el partido que podía marcar el comienzo de una nueva ilusión, pero el partido entregó poco. Demasiado poco y todo se fue apagando en el cero. Entonces el público leproso empezó a pensar en la semana que viene y en el próximo rival. Todo fue "dale campeón, dale campeón..." y aparecieron los primeros cánticos que apuntan a la preciada Copa Libertadores.
En un estadio semivacío, la presencia rosarina fue casi excluyente. Adentro de la cancha el campeón y el subcampeón jugaron un fútbol muy chiquito y no daba ni para el entretenimiento, por eso la parcialidad rojinegra prefirió centrarse en el reciente logro y en lo que vendrá, el clásico.
No faltaron todas las banderas de siempre, un verdadero mapa de decenas de localidades que rodean a la ciudad de Rosario.
La última media hora del partido casi que le sobró al espectáculo, sin embargo, el entusiasmo leproso no aflojó ni tampoco el aliento. Otra vez se concretó el rito de la remera revoleada, de los cánticos dedicados al eterno rival, porque estaba claro que ya del partido no podía esperarse más.
Newell's no quiso interrumpir su fiesta a pesar de que el partido de anoche no le ofreció ningún motivo para sumar alegrías. enviar nota por e-mail | | |