| domingo, 13 de febrero de 2005 | Fuera de foco Gastón Legaristi: "La pareja no tiene recetas" El actor dijo que "La bicicleta" aborda la complejidad de los afectos -¿Qué aporta el nuevo elenco?
-Es otra versión, más pausada, pero sigue manteniendo el mismo espíritu del personaje femenino de María Cristina, que intenta renovar el matrimonio y mantener una estructura, y el masculino, Tito, que sigue haciéndose el que no ve nada, abatido además por las frustraciones y la forma en que lo condiciona la realidad, siempre con rasgos de humor absurdo que apuntan a pensar sobre una serie de cuestiones ideológicas y de pareja.
-¿Cómo afectó el tiempo a la obra?
-Fue escrita en el 68 y mantiene el espíritu de lo que eran las parejas en esos años. Aunque hay códigos que uno piensa que fueron superados, como algunas demandas de un sector de las mujeres, no cambió lo esencial que son los problemas de comunicación y convivencia.
-¿Por qué se insiste si todo es tan complicado?
-Esa es la gran pregunta, por qué la gente intenta mantener relaciones estables que con el tiempo se complican, pero se sigue relacionando de la misma manera. Por eso me costó justificar mi personaje, un tipo que no intenta nada para mejorar su situación, que es casi un alienado que sigue cometiendo los mismos errores. Hay cosas invariables en una pareja, como el inicio que siempre es bueno o la incidencia de la decadencia física, pero es un misterio por qué insistimos.
-¿Qué arriesgás?
-Creo que lo que buscamos es la estabilidad, que en algunos casos puede ser económica, pero sobre todo es emocional. En lo económico las mujeres nos están ganando una batalla, pero en lo emocional, ni hombres ni mujeres sabemos cómo construir porque cuesta mucho mantener la fidelidad, la pasión y al mismo tiempo renovarnos.
-¿Lo ideal sería vivir en una sociedad poligámica?
-No sé, pero cuesta porque ¿quién no tiene situaciones para optar por una mujer u otra? El tema es elegir.
-¿La ideología presente en el texto sigue vigente?
-Absolutamente. La ideología aparece a cada paso, pero lo que pasa es que con el tiempo hay pequeños valores que vamos dejando de lado, como acostumbrarnos a la corrupción, la chica y la grande. Aunque no seamos corruptos, la vemos todo el tiempo, como si todo estuviera armado para que uno piense que acá todo vale.
-¿La misma corrupción se da en una pareja?
-No sé si en la pareja, pero cuando aparecen pequeños desencuentros, lo que falta es la honestidad para poder decir las cosas que nos molestan, o que se acabó el amor o la pasión. Es una falta de honestidad que hace que la pareja llegue a la nada.
-¿La pieza propone alguna salida?
-Una de las lecturas posibles es que la salida es seguir intentando, pero la pareja no tiene recetas. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Legaristi y Marián Alfonso aportan una nueva mirada. | | |