Radicales santafesinos tuvieron una cerrada discusión hasta la madrugada

"Fue un debate ejemplar pero hubo empate", dijo el presidente de la UCR

Existe indefinición sobre un nuevo acuerdo con el PS

Daniel Leñini / La Capital

El titular de la UCR santafesina, Felipe Michlig, evaluó ayer a la tarde, 12 horas después del plenario partidario que culminó a las cuatro de la madrugada, que ninguna de las dos posturas predominantes (ir o no a las elecciones de octubre con el socialismo) resultó ganadora en el debate.

"La verdad es que las exposiciones a favor de una u otra posición estuvieron parejas. Al principio eran más los que pedían que la UCR se corte sola, pero después se equilibró", manifestó a La Capital. "Me pareció muy positivo y ejemplar todo. Que haya habido vehemencia, discursos encendidos y sobre todo argumentaciones ideológicas o principistas", destacó.

Michlig explicó que la instrucción ahora es que los comités departamentales convoquen a sus cuadros y fijen una posición, que volcarán en un nuevo encuentro provincial "a desarrollarse dentro de veinte días". "Luego, cuando esté el calendario electoral, la convención partidaria establecerá formalmente la estrategia electoral", ilustró.

A la hora que el debate fue cerrado ayer, más de veinte expositores habían pasado. El comienzo lo había marcado el propio Michlig, a quien siguió Luis Changui Cáceres que sugirió ir solos en la lista de diputados y habilitar en las localidades posibles alianzas para cargos de intendentes y concejales. El rosarino Roberto Bereciartúa fustigó a los socialistas Hermes Binner, Antonio Bonfatti y Eduardo Di Pollina, pidiendo evitar todo nuevo encuentro con ellos.

Otros cinco rosarinos le siguieron. Jorge Boasso cargó contra los radicales "desesperados por las dádivas y el empleo del socialismo", lo que motivó una iracunda respuesta de Angel D'Ambrosio, coordinador de Gabinete del Departamento Ejecutivo municipal de Rosario. Este practicó una encendida defensa de su superior, el intendente Miguel Lifschitz, y se manifestó "orgulloso" de protegerlo contra la "banda de delincuentes" que lo acosa con denuncias. Algunos cercanos a Boasso (los también concejales Omar Paredes y Néstor Trigueros) despertaron gritos y burlas preguntándole si la Municipalidad le había entregado el viático para trasladarse a Santa Fe.

Nelson de Lajonquiere, diputado nacional, defendió la comunión con el socialismo; Aníbal Reinaldo repasó la historia de acuerdos de la UCR pero advirtió que quizá sea tiempo de recuperar la identidad; Carlos Lorenzo (ex decano de Derecho) pidió ir solos.

Hugo Marcucci, diputado provincial, clamó por seguir enhebrando acuerdos con el PS, pero desde la otra esquina lo atendió la ex diputada nacional Beatriz Fontanetto. Señaló que resulta "incoherente" restablecer el entendimiento con un socialista que "casi fue ministro de Salud de Kirchner", en referencia a Binner. "Señores, despierten, se trata de un transversal asociado a Aníbal Ibarra y Luis Juez. ¿Qué tiene que ver nuestro partido con esas compañías?", interrogó.

La actual diputada nacional Lilia Puig de Stubrin cruzó otra pregunta. Quiso saber si alguien tenía la fórmula para, desde una lista propia a diputados, sacar más votos que Binner el 23 de octubre. Sabedora de que nadie podría satisfacerla, pidió no perder el tiempo y aprobar el acuerdo.

Con algunas alocuciones más, entonces, arribaron los asambleístas a las cuatro de la mañana. Varios razonaron que hacía tiempo no practicaban una catarsis semejante; fue el aliciente con el que volvieron a casa.

Michlig ratificó que en marzo habrá otro encuentro.