Piden en el Concejo que se deje sin efecto la adjudicación del resto bar del Macro

El local de Oroño y el río ya está funcionando pero su concesión tendría "irregularidades insalvables"

Las concesiones de espacios públicos otorgadas por la Municipalidad siguen levantando sospechas en el Concejo Municipal. Esta vez, la cuestionada es la adjudicación del bar y restaurante que se encuentra a los pies del Museo de Arte Contemporáneo (Macro), en los ex silos Davis (Oroño y el río). Según denunció el concejal José Elmir, "se produjeron irregularidades insalvables", por lo cual el edil presentó un proyecto para declarar nulas todas las actuaciones. La iniciativa cuenta con el aval de los presidentes de los bloques Justicialista, Luisa Donni; del Partido del Progreso Social, Ricardo Marengo, y de la Unión Cívica Radical, Jorge Boasso, y de los concejales Gustavo Gerosa y Omar Paredes.

Entre otros puntos, Elmir destacó que cuando el intendente Miguel Lifschitz preadjudicó la construcción, mantenimiento y explotación del bar del ex Silo Davis -en marzo del año pasado- lo hizo "ad referéndum del Concejo Municipal". Sin embargo el expediente de la adjudicación llegó a manos de los ediles "recién en enero pasado, cuando el bar ya estaba construido, inaugurado y en pleno funcionamiento".

Pero esto es sólo una parte del asunto, ya que el emprendimiento "se entregó a la firma Pro Linse SRL, una sociedad formada sólo un mes antes de la licitación y sin ninguna experiencia en la explotación comercial de bares o restaurantes", indicó Elmir.

La adjudicación se otorgó por un plazo de diez años, con la posibilidad de extenderlo durante 60 meses más. En todo ese tiempo, el concesionario ofreció un canon equivalente al 1 por ciento de la facturación bruta del comercio "que fue aceptado sin realizar ningún tipo de estudio financiero que certifique que la suma sea la justa", sostuvo el concejal.


Dictámenes "contradictorios"
Estos dos puntos -falta de experiencia y canon ofrecido- hicieron que el Departamento Municipal de Concesiones solicitara la intervención de Asuntos Jurídicos del municipio, organismo que "emitió dos dictámenes contradictorios sobre el mismo tema", según juzgó Elmir.

Así, el 13 de enero del año pasado los abogados de esa área indicaron que "las actuaciones debían remitirse al Concejo". Y en función de esto, el 1º de marzo de 2004 Lifschitz firmó el decreto 474 que establece la preadjudicación de las obras, "ad referéndum del cuerpo legislativo", apuntó el concejal.

Sin embargo, el 4 de mayo del año pasado se firmó la toma de posesión del predio. En ese documento "se menciona que de acuerdo al decreto de adjudicación 474 se procede a realizar la entrega del predio a la empresa Pro Linse, que resultó adjudicataria del proceso licitatorio tramitado", advirtió.

Sin embargo, el Concejo no había recibido todavía el expediente. Así, el bar se construyó durante todo el 2004, y sobre fin de año, cuando era necesario poner en funcionamiento el comercio, se volvió a dar intervención a Asuntos Jurídicos.

"Esta vez se manifiesta que el decreto 474 debe aclarase y que no se delega la adjudicación de la concesión, debiendo sólo remitirse el expediente para que el cuerpo evalúe la creación de la renta (canon) pero que esto tampoco correspondería porque si este no se aprobara produciría un impacto negativo en el contrato firmado", explicó Elmir, a la par que tildó de "contradictorias" ambas actuaciones, lo cual "denota una falta de criterio y competencia sobre lo dictaminado, o peor aún, adecuar los mismos a las necesidades y exigencias al tiempo de su elaboración", sostuvo.

Para Elmir, la adjudicación del bar del Macro se realizó "siguiendo la teoría del hecho consumado". Es decir, "permitiendo realizar la obra y habilitando el bar" antes de que el expediente llegara al Concejo. "Recién ahora recibimos el expediente y lo único que podemos hacer es certificar los errores cometidos por el Ejecutivo", se quejó.

Por esto, el concejal presentó un proyecto de decreto que declara "de nulidad absoluta, por vicios insanables en la forma, todas las actuaciones realizadas" con posterioridad a la preadjudicación de la construcción del bar. Y al mismo tiempo pide la apertura de un sumario "para deslindar responsabilidades respecto de las actuaciones irregulares detectadas en el expediente".

Estas sospechas se suman a la saga iniciada a partir de las irregularidades denunciadas en otras adjudicaciones, como las de la zona del Complejo Puerto España (España y el río) que inclusive fueron elavadas a la Justicia provincial por el concejal Gerosa y merecieron el descabezamiento del área de concesiones del municipio y la realización de una auditoría sobre todos los contratos.