Venezuela y Colombia superan la crisis por el arresto de un guerrillero

Bogotá. - Los gobiernos de Colombia y Venezuela superaron el conflicto diplomático desatado hace dos semanas por la detención del guerrillero colombiano Rodrigo Granda en Caracas. Venezuela, sin excusarse de forma directa, se compromete a investigar lo ocurrido y a impulsar una "mayor cooperación", siempre dentro del "respeto a la soberanía". Los presidentes Alvaro Uribe y Hugo Chávez se reunirán en Venezuela el 3 próximo de febrero para dar por cerrado el episodio bilateral, que puso en acción a la diplomacia de toda la región para evitar una escalada.

La crisis diplomática entre Bogotá y Caracas estalló a raíz de la captura en diciembre de Rodrigo Granda, considerado el "canciller" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en Caracas. Granda apareció en la ciudad fronteriza colombiana de Cúcucta, donde fue entregado a la policía. Venezuela sostuvo que Granda fue secuestrado en Caracas, mientras que Colombia afirmó que lo detuvo en su territorio.

El presidente Chávez alegó una violación de la soberanía de Venezuela, porque, presuntamente, las autoridades colombianas pagaron una recompensa a militares venezolanos para que detuvieran al rebelde. Chávez incluso exigió una disculpa pública de Uribe e impuso fuertes restricciones al ingreso de productos y ciudadanos colombianos a Venezuela, lo que comenzó a estrangular el comercio bilateral, clave para las economías de las poblaciones fronterizas. Colombia, con el respaldo de Estados Unidos, respondió anunciando que suministraría a Venezuela las pruebas sobre la protección oficial que otorgaba a Granda y de la presencia de otros cabecillas de la guerrilla. Los documentos fueron entregados al canciller venezolano Alí Rodríguez el jueves 20 de enero.

Ante este cuadro de tensión en aumento, Brasil, Perú, Cuba, Ecuador y hasta España mostraron su disposición a colaborar en la solución diplomática de la crisis. El jueves pasado, durante una cumbre de cancilleres del área andina, hubo una comunicación directa entre los dos gobiernos y comenzaron a darse los primeros pasos para conjurar la difícil situación.

En el comunicado en que anuncia el fin de las tensiones diplomáticas con su vecina Venezuela, el gobierno colombiano insiste que en "en su lucha contra el terrorismo y en ejecución de la política de seguridad democrática, utiliza y continuará utilizando todos los procedimientos legales existentes, conforme a su tradición de Estado de derecho". Sin embargo precisa que "cuando la política contra el terrorismo requiera participación de otros países, especialmente de los hermanos y vecinos, se continuará buscando la coordinación con sus gobiernos conforme a los principios y normas que orientan la cooperación policial y judicial". Aunque no da una disculpa directa, el gobierno colombiano afirma que está dispuesto a "revisar los hechos que son de conocimiento público a fin de que si han resultado inconvenientes ante el examen de la República Bolivariana de Venezuela, no se repitan".