| domingo, 30 de enero de 2005 | El frío destruye la capa de ozono en el Artico Europa puede sufrir las consecuencias del fenómeno en los próximos días. Alarma de especialistas Los niveles récord de frío que se están registrando en el océano glaciar ártico podrían acelerar la destrucción de la capa de ozono en el Polo Norte, algo que afectaría también a Europa, según afirmaron ayer científicos alemanes.
Markus Rex, del observatorio de Potsdam del Centro de Investigaciones Marinas y Polares, consideró que si en las próximas semanas no se produce un fuerte calentamiento de la estratósfera, a entre 20 y 50 kilómetros de altura, se podrían producir importantes pérdidas de ozono.
"Los primeros análisis de las mediciones efectuadas por nuestra red internacional muestran ya indicios de pérdida de ozono. Esto se preveía debido al frío enero", dijo.
En el último invierno récord en el Artico, en el cambio al año 2000, el ozono se destruyó en hasta un 70 por ciento, lo que hizo que el grosor de la capa se redujera en algunos momentos en hasta un 30 por ciento. Por el contrario, en inviernos más cálidos, no se constató una reducción en la capa de ozono. Según Rex, este invierno se están registrando desde hace semanas temperaturas inferiores a 85 grados bajo cero. La destrucción de la capa de ozono conduce a un incremento de los rayos ultravioletas nocivos en la superficie terrestre.
La estratósfera, donde se encuentra la vital capa, ha registrado su invierno más gélido en los últimos 50 años, además de un número extraordinariamente alto de nubes.
El ozono filtra las radiones ultravioletas del sol, cuya exposición excesiva causa serias afecciones a las personas y también afecta diversas industrias alimentarias.
"Las condiciones meteorológicas que estamos viendo recuerdan, e incluso superan, las registradas en el invierno boreal de 1999-2000, cuando se produjo la peor pérdida de ozono que se ha observado", advirtió Neil Harris, de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido.
El ozono es una molécula compuesta por tres átomos de oxígeno que se crea y destruye constantemente en la estratósfera, a entre 10 y 40 kilómetros de la superficie terrestre. En una atmósfera no contaminada, este ciclo de producción y descomposición se encuentra en equilibrio.
Pero no ocurre así cuando las sustancias químicas generadas por el hombre, como los clorofuorcarbonos (CFC) usados en refrigeración y aerosoles, alcanzan la estratósfera. Allí, esas sustancias son separadas por los rayos solares, en un proceso que libera átomos de cloro que contribuyen a la destrucción del ozono.
Por el momento, el área donde la capa se está reduciendo considerablemente soporta fuertes vientos, lo que aísla al Artico del resto del sistema climático global. Sin embargo, los científicos creen que esa barrera natural desaparecerá en las próximas semanas y que el agujero de ozono en la región se extenderá hacia el sur, cubriendo el norte de Europa. (DPA) enviar nota por e-mail | | Fotos | | En Europa se están registrando temperaturas extremadamente bajas. | | |