| domingo, 30 de enero de 2005 | Una vida marcada desde afuera La vida y la obra de Oé, como la de muchos otros japoneses de su tiempo, estuvo marcada por el fin de la Segunda Guerra Mundial y el brusco derrumbamiento de su país, más que un territorio un símbolo regido hasta entonces por un emperador con carácter divino y al que sus súbditos vieron por primera vez en el acto oficial de rendición al término del conflicto bélico, ante un militar estadounidense en mangas de camisa. La literatura de Oé versa precisamente sobre esta pérdida de lo sagrado, que deja al hombre desamparado y en manos de fuerzas que no controla. En los libros de Oé, quién ha consagrado su vida a un hijo deficiente que, ya adulto, ha alcanzado un gran éxito como concertista de piano, aparece el horror de forma descarnada. enviar nota por e-mail | | |