| domingo, 30 de enero de 2005 | Punto de vista: Los desafíos de la más nominada Fernando Toloza / La Capital La temporada del Oscar se inició con un gran candidato: "El aviador", de Martin Scorsese. Las once nominaciones de la película cumplen con el rito de establecer un gran favorito pero, a diferencia de otros años, hay menos certeza. Los dos grandes desafíos de la película son mostrar que Scorsese tiene talento de sobra para una megaproducción y que Leonardo DiCaprio puede alejarse de los papeles de jovencito. El primer reto parece el más sencillo de cumplir. El segundo hace pensar que DiCaprio paseará por muchos años más su cara de niño y que a su talento le costará cada vez más convencer al espectador. En esos puntos el filme puede ser vulnerable y dejar a sus hacedores con las manos vacías. Y no importan que todos los candidatos digan que el mayor premio es haber llegado a las nominaciones, una falsa humildad que el espectador no tiene, por suerte, que compartir.
El Oscar ostenta una larga historia de decepciones. Martin Scorsese lo sabe bien. A pesar de haber hecho alguna de las mejores películas de los últimos años, el reconocimiento le fue esquivo. DiCaprio, aunque mucho más joven, también conoce esos sinsabores. Cuando todo el mundo hablaba de "Titanic", él ni siquiera consiguió una nominación por su papel de pintor bohemio, muerto de frío en las aguas del océano para sostenerle la mano a su amada.
Quizás esta edición sea la oportunidad, para actor y director, de obtener el reconocimiento de una estatuilla. Tal vez "El aviador" no sea la mejor película de ninguno de los dos pero ambos tienen una historia que respalda el premio. Las corridas nocturnas en "Después de hora" y el mundo marginal y solitario de Robert De Niro en "Taxi Driver" de los filmes de Scorsese son únicos. El chico discapacitado de Di Caprio en "A quién ama Gilbert Grape", la estrella caprichosa de "Celebrity" e incluso el romántico de "Titanic" -ese rey del mundo pulgoso, flaco de hambre y ganador de un pasaje a la muerte cuando él creía que era un viaje de lujo en la nave en la que todos querían ir- también son únicos y no necesitan premio. enviar nota por e-mail | | |