| domingo, 30 de enero de 2005 | El empresario admite el descarnado individualismo de su sector Elías Soso: "Los empresarios rosarinos se ven como enemigos, no como colegas" Fustiga al sistema impositivo: "Un desocupado paga el mismo IVA que Paladini" Adrián Gerber / La Capital Es dirigente empresario, pero le rinde culto al personalismo como si fuera un personaje (hasta tiene su propia página en Internet: www.eliassoso.com.ar). Se muestra como un férreo defensor de la industria nacional ("cuando leo la procedencia de los productos que venden los hipermercados se me revuelve el estómago", asegura), aunque paradójicamente en una oportunidad regaló para fin de año a los periodistas una cacerola "made in China". Hace ya 23 años que se mantiene en el cargo de presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, pero dice que todavía tiene "muchas cosas para dar". Así, con sus contradicciones, con las que tranquilamente puede tener cualquier mortal, Elías Soso recibe a La Capital en su oficina de San Luis al 1500.
A pocos pasos de allí, pero hace 40 años, nacía a la vida comercial con la fábrica de camisas Sosotex, que se mantiene en actividad. "Hoy en calle San Luis se vende por mayor, por menor y por favor (se ríe). Ya no tiene el perfil de hace unas décadas atrás. El ingreso de mercadería importada hizo que los que teníamos pantalones, camisas y calzoncillos, termináramos vendiendo junto a todo eso, una radio, un ventilador y una licuadora", resume.
Soso es rosarino (66 años), de padres sirios y libaneses. De joven dejó inconclusa la carrera de abogacía para dedicarse a los negocios. Su historia política siempre estuvo ligada al Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), aunque también fue candidato independiente en una lista de Héctor Cavallero.
Al titular de la Asociación Empresaria le gusta el perfil alto. Lideró un amplio listado de campañas, cacerolazos y bocinazos: por el casino, a favor de la apertura del microcentro, en reclamo por la tarifa de la EPE, por la construcción del puente, contra los clubes del trueque y la venta ambulante, para protestar por la inseguridad, por la rebaja en las comisiones de las tarjetas de crédito... Estuvo en casi todas.
Antes de que se encienda el grabador, comenta que hay empresarios locales que cuentan con dinero para invertir, pero les faltan oportunidades de negocios, y en ese sentido cree que el Estado tendría que jugar un papel más activo.
-Hace 23 años que es titular de la Asociación Empresaria, ¿no son muchos años?
-Cuando uno tiene cosas nuevas para dar, nunca son muchos años. Lo importante es tener gente con ideas jóvenes, no importa la edad. Y los comerciantes y empresarios no me cuestionan por el tiempo que estoy en el cargo. Todo lo contrario, noto que reposan sobre una conducción que los conforma.
-Debe ser complicado ser vocero de comerciantes y empresarios que muchas veces tienen discursos heterogéneos.
-Sí, pero el común denominador está en las cosas que la ciudad necesita, queríamos el puerto, el aeropuerto, el puente, y nuestra entidad fue pionera en todas esas luchas. Se produce la disgregación cuando hay enfrentamientos sectoriales, intereses contradictorios. Los supermercadistas de la región se vieron invadidos por los grandes establecimientos de Buenos Aires y de otras partes del mundo. Que vengan empresas a llevarse el dinero de la ciudad no nos parece bien.
-Pero cuando los supermercadistas locales se expandieron perjudicando a los pequeños comerciantes nadie dijo nada. Da la sensación que ahora saltan porque los invadieron peces gordos de afuera.
-Son las contradicciones de los sistemas liberales que no planifican la economía. La competencia siempre resuelve en detrimento del más chico, y nosotros jugamos a favor del chico. Si son capitales locales los que se expanden buscamos la conciliación de intereses.
-¿Lo mejor y lo peor del empresario rosarino?
-Lo mejor es el espíritu enjundioso con que encara las cosas, como ama a su región, es un tipo pegado a su boliche, un gran trabajador. Y lo negativo es la falta de coordinación y solidaridad entre ellos. Se ven como enemigos y no como colegas. No tienen espíritu asociativo. Y eso es lamentable, porque si Rosario generara un proyecto asociativo tendría una tarjeta regional, un banco propio...
-¿Es tan difícil sentar a los comerciantes y empresarios a consensuar iniciativas?
Mire, le doy un ejemplo. Ahora estoy preocupado por avenida Pellegrini, que tiene un desarrollo extraordinario, pero desordenado. Pellegrini es un polo de atracción para la gente y los turistas. ¿Y dónde están los empresarios de Pellegrini? No están. Entonces no voy a ser un hipócrita diciendo que somos la representación genuina de todos los comerciantes. El individualismo es uno de los vicios que tiene el empresario de esta región.
-¿Cómo explica que haya comerciantes que no den factura o ticket por cada compra?
-Eso no está bien. Lo que sucede es que estamos en una sociedad donde rige el sálvese quién pueda y el Estado legisla por el doble porque se conforma con cobrar la mitad. Por otra parte, el consumidor debe exigir la factura.
-¿Y por qué cree que la mayoría no lo hace?
-Este es un país desacostumbrado a las normas de lo que significa un país desarrollado. El propio tipo que te viene a comprar es el que no quiere factura para que le hagas el descuento. Tenemos que revisar el sistema fiscal argentino. ¿No será que sólo se presiona a un sector? ¿No será que el IVA es alto, que es muy caro pagar el 2,5 ó 3 por ciento de ingresos brutos en la provincia, o el 0,6 del derecho de registro e inspección en el municipio? En Argentina se castiga el consumo. Un desocupado compra un litro de aceite y paga el mismo IVA que mi amigo Roberto Paladini por comprar la misma botella. Esa es una injusticia, un desequilibrio social. El sistema fiscal argentino es perverso. La recaudación fiscal es ahora récord, pero ¿a costa de quién? El único que no evade es el pobre, el consumidor.
-¿Qué opiniones recoge de los comerciantes locales que se instalaron en los shoppings?
-A muchos no se les cumplieron sus expectativas, porque los niveles de venta no están en concordancia con la inversión que hicieron. Calculo que a mediados de año habrá algunos recambios de locales. Sería lamentable que los shoppings no funcionen. Muy por el contrario, tenemos que apoyar su presencia porque le dan jerarquía a la ciudad, pueden generar un polo de atracción turística. Pero estimo que sería interesante que los titulares de esos shoppings acomoden los números porque a lo mejor están sobredimensionados.
-¿Usted habla de los precios de los productos o de las comisiones que los shoppings les cobran a los negocios por cada venta?
-De las dos cosas. Los precios que el comerciante pone están en consonancia con los gastos que tiene. Habría que empezar de nuevo para evitar el fracaso del proyecto. enviar nota por e-mail | | |