La Argentina recobró el status sanitario, que ya perdió dos veces

Libres de aftosa, ¿la tercera es la vencida?

El reconocimiento de la OIE permite negociar el ingreso de carne a China y EEUU. El gobierno no dejará de vacunar

Por tercera vez en seis años, la Argentina fue declarada libre de aftosa con vacunación. El dictamen de la Comisión Científica de la Organización Internacional de Epizootias (OIE) llega en un momento de expansión para el complejo cárnico, que prevé este año batir el récord de exportaciones de los últimos 25 años.

Con el nuevo status, una misión del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) viajó a China para negociar los certificados que permitirían a la carne argentina ingresar a ese mercado. Según los acuerdos firmados por el presidente Néstor Kirchner y su colega Ju Hintao, la apertura de esa plaza sería automática una vez obtenido el reconocimiento del organismo sanitario.

El reconocimiento permite además apurar las negociaciones para la apertura del mercado norteamericano, que llegó a representar en 2000 el 25% del valor exportado por Argentina. Igualmente, esto no ocurrirá antes de 2006 ya que al menos debe pasar un año sin que se declaren focos de la enfermedad, a partir del dictamen de la OIE.

Como un buen equipo del Nacional B, a la Argentina le cuesta menos llegar a la primera categoría del mercado mundial de carne, que mantenerse en ella. Condenado a jugar periódicamente la promoción, el país logró por primera vez el ansiado status de libre de aftosa en el año 98, luego de casi un siglo de permanecer fuera del círculo más selecto del mercado cárnico. Dos años después, llegó a la cima al ser reconocido como país libre sin vacunación. Pero la alegría duró pocos meses y, al término de un escandaloso proceso en el cual se intentó ocultar la existencia de centenares de focos de la enfermedad, se fue al descenso junto con la credibilidad de su sistema de control sanitario.

Recién a mediados de 2003 recuperó el status de libre con vacunación, para perderlo a fin de ese año a raíz de la aparición de un foco en Salta. De todos modos, la reacción fue esta vez diferente. Se reconoció rápidamente la existencia del virus y se puso a disposición de los países compradores toda la información disponible. Como resultado, los frigoríficos locales continuaron sus ventas a Europa (con la excepción hasta hace dos semanas del ganado proveniente de la zona de exclusión en las cuatro provincias del norte) y las autoridades sanitarias siguieron abriendo nuevos mercados. Esta tarea se coronó con la reapertura de la estratégica plaza chilena a mediados del año pasado.


Rumbo a China
"El reconocimiento de la OIE es una buena noticia para todo el sector agropecuario porque significa que la Argentina comienza a ser creíble nuevamente en materia sanitaria", señaló Miguel Schiaritti, presidente de Ciccra. El empresario frigorífico consideró que la decisión "nos pone a las puertas de la apertura de mercados de mucha trascendencia, como el de Estados Unidos y el de China".

En el breve período que se mantuvo abierto el mercado estadounidense a la carne fresca argentina, se convirtió rápidamente en el destino del 33% de las exportaciones en volumen y del 20% en valor. "Su importancia radica, además, en que es competidor por los cortes Hilton, de modo que se convierte en un factor alcista para el precio de los cortes de alta calidad", señaló Schiaritti.

Como miembro del Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina, Schiaritti prevé participar en abril en China del capítulo asiático del Salón Internacional de la Alimentación (Sial) en abril de este año. Se descuenta que para esa época, si se cumplen los compromisos, el gobierno chino habrá habilitado el ingreso de carne fresca argentina.

El interés por captar aunque sea un porcentaje mínimo de la demanda de ese país, con un enorme potencial de compra, motivó a varios empresarios frigoríficos de la zona a anotarse en la próxima misión comercial de la Región Centro a ese país. Opacó, además, el tradicional interés de los locales por ingresar a Japón, un país que requiere el status de libre de aftosa sin vacunación para comprar carne.


Vacunar o no
Precisamente, los cambios en la categorización respecto de la enfermedad forman parte de la estrategia que el gobierno argentino pretende impulsar. El secretario de Agricultura, Miguel Campos, adelantó que no tiene sentido ir en busca del status de libre sin vacunación. Angel Girardi, presidente de la Asociación de Productores de Carne Bovina Argentina (Aprocaboa) consideró que "la condición de libre de aftosa con vacunación es más segura que la de sin vacunación porque previene de cualquier problema, sobre todo cuando se está en un continente tan problemático como Sudamérica, con vecinos que recurrentemente tienen problemas".

Con la certeza de que el stock ganadero del Mercosur es el más grande del mundo, que Canadá y Estados Unidos seguirán fuera del mercado internacional por sus problemas con la vaca loca, y que se incrementará la demanda mundial, el dirigente ganadero considera que hay un contexto que avala su argumento: "En Sudamérica está la carne, si quieren comer mejórennos el pasaporte", dijo. Por otro lado, a diferencia de la BSE, la aftosa no presenta peligros para la salud humana. "Sólo al bolsillo", agregó.

En ese sentido, Girardi recomendó extremar las medidas de control sanitario. "Las conquistas sanitarias no se celebran, se cuidan", enfatizó.

Un ejemplo claro de esto se remonta a aquel trágico 2001. También Uruguay tuvo un brote de aftosa pero en lugar de ocultarlo lo reconoció y brindó toda la información disponible a los organismos internacionales. El país vecino recuperó los mercados, incluido el estadounidense, mucho más rápido y sus productores hoy reciben 1,10 dólar por kilo de novillo de pie mientras que el ganadero argentino recibe 0,70.

Argentina recuperó su status.