Los veraneantes dieron el visto bueno al uso de radares en Venado Tuerto

Carlos Walter Barbarich / La Capital

Venado Tuerto.- Luego de seis meses en los cuales sólo se tomaron imágenes y no se labraron actas de infracción, la Municipalidad de esta ciudad puso ayer en funcionamiento los cuatro radares instalados sobre las dos carreteras nacionales en su jurisdicción, medida que fue tomada favorablemente por los automovilistas consultados sobre todo aquellos que circulaban por la ruta 8 con destino a lugares turísticos de la provincia de Córdoba.

"Durante el medio año en que no funcionó el sistema, los niveles de accidentes se incrementaron notoriamente, ahora esperamos reducir esa cifra", dijo el director municipal de Tránsito, Juan Domingo Carpio.

El panorama en la zona de los radares fue tranquilo, principalmente en la ruta 33 donde la afluencia de vehículos fue escasa. Pero en la ruta 8, que en el casco urbano se convierte en la avenida Marcos Ciani, fue distinto por la gran afluencia de turistas. Varios de los veraneantes consultados por este diario en las estaciones de servicio coincidieron en señalar que la medida "es correcta porque sirve para evitar accidentes".

Carpio desestimó que haya habido una polémica en torno a la reutilización de los radares y responsabilizó a quienes promulgaron una ley que no podían reglamentar. "A partir de allí se suspendió una ley mediante una resolución que no tiene fundamento, por lo que no hay polémica sino un mal ejercicio de un funcionario provincial", remarcó.

El director municipal explicó que "a partir de la calibración de los radares, que estuvo a cargo del Inti (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), nosotros volvimos a ponerlos en funcionamiento y a partir de las imágenes que se están tomando se va a enviar a los presuntos infractores las multas correspondientes".

"Vamos a aplicar los valores de multa previstos en la ley 12.217, que es la que está aún sin reglamentar y que tendrá que ser reemplazada por una que sea superadora y esté acorde con lo que hay que regular, que son los cinemómetros estáticos", dijo para luego agregar que "no tiene que haber confusión entre los fijos y los móviles".

Agregó que "cuando alguien tiene la potestad para defender los controles, por ejemplo la provincia, lo lógico es que la haga efectiva en lugar de suspenderlos, como se hizo en los últimos meses".

Señaló que "la provincia de Santa Fe ha dado muestras suficientes de que no asume esa potestad y de ejercerla, al punto que suspendió el uso de los radares y no dispuso ningún tipo de control sobre lo que se supone es su responsabilidad controlar".

A nivel estadístico confirmó que "durante el período de suspensión todo volvió atrás, ya que en ese período hubo siete u ocho muertes, probablemente como consecuencia de eso, y los niveles de infracción fueron similares a los que había cuando no existían los controles de velocidad".

A través de varias consultas realizadas se comprobó que los veraneantes que mayoritariamente utilizan la ruta nacional 8 tienen hacia la utilización de los radares una actitud es muy favorable "porque sirve para evitar accidentes y no arruinarte las vacaciones", como confesó un turista de la Capital Federal.

Sin embargo, el pensamiento de aquellos que viven en Venado Tuerto es radicalmente opuesto porque sostienen que la medida impuesta desde ayer por la Municipalidad tiene en realidad un afán recaudatorio por parte de las autoridades.

Según las estadísticas de la Dirección de Tránsito venadense, el nivel de accidentes aumentó desproporcionadamente durante los seis meses en que el sistema estuvo sin funcionar. "El uso de los radares no debería generar polémica entre Venado Tuerto y la provincia, porque todos debemos asumir que los accidentes de tránsito vehicular genera más de doce mil muertes al año en la Argentina y sobre esa base deberíamos trabajar mancomunadamente, porque es una cifra escalofriante", admitió el funcionario municipal.

Para Oscar Aguirre, un veraneante bonaerense oriundo de Lomas de Zamora que ayer utilizó la ruta nacional 8, la medida llevada a cabo por el municipio venadense "brinda un marco de tranquilidad para quienes salimos de vacaciones, porque la gente toma conciencia de que no debe traspasar la barrera de los 60 kilómetros y de esa forma uno está menos expuesto a los accidentes de tránsito".

Los radares estuvieron funcionando durante los meses de suspensión.