Verdades y mitos del proyecto de modificación de la Carta Magna

Participación social, compromiso de la dirigencia y consenso son las claves para avanzar correctamente

Javier Felcaro / La Capital

Que lo urgente no postergue lo importante, y más aún: que haya debate y se abra el juego a la sociedad. Estas son las premisas que los constitucionalistas recomiendan tener en cuenta antes de encarar la reforma de la Carta Magna santafesina, iniciativa que, pese a sacudirle la modorra estival a la dirigencia política, parece no haberla despertado del todo.

Roberto Sukerman, abogado y profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), admitió que "el panorama está bastante confuso" porque tanto la reforma de la Carta Magna como la autonomía municipal se convirtieron en "pulseadas políticas" del gobernador Jorge Obeid y el intendente rosarino, Miguel Lifschitz.

"Desde Rosario se habló de autonomía y, para contestarle, la Casa Gris tiró la reforma", le recordó a La Capital, antes de entrar de lleno en el proyecto oficial de modificación de la Constitución.

Si bien el letrado aseguró que el texto enviado por Obeid a la Legislatura en abril pasado "no es malo", aconsejó analizarlo como "un punto de partida, porque si lo tomamos como el final, empezamos con las críticas".

De los temas incluidos en el mensaje de reforma remitido días atrás al Parlamento, Sukerman consideró que "la autonomía, la reelección del gobernador y lo que hace a los órganos de control no generarán discusión, ya que todos acordarán en que deben retocarse".

Sí estimó correcto alertar acerca de que la ley de necesidad de la reforma "puede atar de pies y manos o darles libertad a los convencionales, porque de establecerse los temas y también los contenidos, se limitarán a votar y nada más".

"Lo importante es que en esa norma se expresen los temas habilitados para modificar. Así se cerrará la etapa preconstitucional y, posteriormente, se verá si esos puntos son retocados o no y cuál es el contenido de la reforma", continuó.

Pero el abogado planteó otra duda: "En el proyecto de Obeid faltan temas y, desde la oposición, el ex intendente Hermes Binner dice que está vacío de contenido, algo con lo que no coincido".

"Tiene el contenido del mensaje, que no es poco, aunque se puede ir por más. Ahora, ¿qué es ir por más?: ¿la unicameralidad y eliminar la mayoría automática en Diputados? Son dos puntos a discutir", reflexionó a modo de desafío.

Sukerman estimó que la unicameralidad "podría estar o no, ya que en lo teórico cualquier sistema tiene virtudes y defectos, como ocurrió con la ley de lemas". Y agregó: "La cuestión es ver cómo funciona en la práctica".

El constitucionalista defendió las ventajas de la bicameralidad respecto del control de un cuerpo a otro, y de la unicameralidad en el sentido de la celeridad en la labor legislativa. Aunque no se mostró partidario de este último sistema como "oferta de ocasión" para reducir el costo político.

"Pasa por la eficiencia y por justificar lo que se gaste. Se demostró que de todas las Legislaturas, la primera, tercera y quinta más caras son unicamerales", ejemplificó.

No obstante, reconoció que, "en los hechos, el actual esquema está dando malos resultados". Y rememoró el reciente tratamiento de la reforma del sistema electoral, "cuando el Senado no participó y hubo partidos defensores de la bicameralidad que se abstuvieron de votar".

Entonces enfatizó: "O mantenemos la bicameralidad y hacemos una profunda reforma política, o cambiamos a la unicameralidad a ver si hay mejoras, siempre manteniendo la representación departamental".

La aparente ausencia de compromiso por parte de la dirigencia detonó la crítica de Sukerman. "El único que habla desde el PJ es el gobernador y en la oposición habría posiciones divergentes, incluso dentro de cada partido", se quejó.

También apuntó a ciertas posiciones contradictorias: "Según Obeid, la reforma tiene que darse por consenso. Pero si quieren la autonomía, deben votar su proyecto. Si hablamos de una crisis de representación, hay que abrirle las puertas a la sociedad civil, preguntarles a los ciudadanos para qué sirve una reforma. Pasa lo mismo con la autonomía".

"Es necesaria una reforma que les permita a los santafesinos tener nuevos canales de representación a través de mecanismos de control en la Constitución y más derechos y garantías", pidió el letrado, quien no encuentra estas alternativas en el mensaje del gobernador ni en boca de la oposición.

Sobre la eliminación de la mayoría automática en Diputados que reclama el socialismo, Sukerman afirmó que "va atada a la unicameralidad; si ésta se llega a dar, tendrá que desaparecer". Al detenerse en la autonomía, consideró que la clave son los recursos, "qué podrán hacer los municipios en materia de recaudación o generación de nuevas tasas".

De todos modos, el constitucionalista insistió con su principal preocupación. "La cuestión no está impregnada en la sociedad y debemos hacernos una pregunta: ¿de quién será la reforma?", arrojó sobre la mesa.

"Si la reforma será de la sociedad, antes hay que informarla", puntualizó, para luego recomendarle a la dirigencia no acelerar los tiempos porque sí y dejar de lado "chicanas tales como mezclar la elección de convencionales con la de legisladores".

Según Sukerman, "es obvio que la reforma no se podrá hacer en el 2005, pero que por lo menos debatan y elijan los convencionales para encararla cómodamente el año próximo".

"No es que lo urgente posterga lo importante. En Santa Fe no están con ambas cosas. Si queremos pensar de acá a 20 años, debemos tener los institutos que regirán esa etapa y necesitamos una nueva Constitución. Si no, la reforma será sólo una cuestión cosmética", sentenció.