El economista analizó el impacto económico de los cambios ambientales

Rogelio Pontón: "Hay que ser cuidadosos con la práctica del monocultivo"

Efecto invernadero, energía y aumento de la población son factores que pondrán presión a la producción en el futuro

El efecto invernadero a raíz de la desproporcionada utilización de combustibles fósiles encendieron la alerta en el planeta. Los cambios climáticos y sus efectos sobre la población mundial "son cuestiones de largo plazo pero hay que ser prudentes con esto", dijo el economista y titular del Departamento de Estudios Económicos del Bolsa de Comercio de Rosario, Rogelio Pontón. El profesor universitario que además de los números bucea constantemente en los conocimientos que impactan de lleno en las cuestiones socioeconómicas explica cómo la intervención del hombre en el clima determinará su existencia a futuro. En lo concreto alerta sobre el monocultivo, especialmente de soja, que puede contribuir a modificar los ecosistemas, aunque también hace hincapié en el desarrollo de nuevas fuentes de energía en reemplazo del petróleo.

-El cambio climático es un tema que comienza a preocupar ¿Cuál es el impacto que puede tener en la economía mundial?

-Hay que decir que son cuestiones de largo plazo. En los últimos cien años puede haber habido un incremento de la temperatura de 1º C aproximadamente y algunos expertos estiman que será de 2 o 3º C para fin de este siglo, es decir en 2100. Especialistas del tema como John Houghton -profesor de Oxford y el primer CEO del Grupo Intergubernamental de Cambio Climático IPCC- estaba realmente muy preocupado por lo que está ocurriendo. Esta suba de la temperatura se dio fundamentalmente por el efecto invernadero. Si bien algunos son escépticos y dicen "no va a pasar nada", creo que en esto hay que ser muy prudentes. Por ejemplo, un informe de National Geographic habla de que para 2100 desaparecería el Artico, que ya está disminuyendo por décadas en forma importante. Eso provocaría crecimiento de los océanos y zonas completamente anegadas como Bangladesh.

-Esto es una alerta importante.

-Indudablemente daría la impresión de que puede haber problemas climáticos importantes, porque la palabra de Houghton no es la de un improvisado, ni tampoco la de determinados grupos ambientalistas que aterrorizan a la gente. Pero no quiero asociar esto con lo que pasó en Asia (tsunami) porque cosas como esas ocurrieron en otras épocas. Por caso Krakatoa es de 1885/7 y en ese fue un caso parecido al maremoto.

-Ante ese escenario ¿Cuáles son los escenarios económicos que se plantean?

-En primer lugar, la población mundial va a seguir creciendo, probablemente se estabilice en los 15 mil millones de personas, más o menos. Las tasas de crecimiento y fertilidad están disminuyendo en casi todas las partes del mundo. Desde ese punto de vista creo que la producción se va a seguir incrementando y va a poder satisfacer, sin ningún problema, a esas 15 mil millones de bocas. El problema no está en la producción sino en la distribución. Ahí creo están los problemas más serios que se presentan de cara al futuro. Es decir, que lo que se produce esté disponible para el grueso de la población. Actualmente las producciones van acompañando concretamente el crecimiento demográfico y hay mayor utilización de los recursos. Por ejemplo, en el caso de China, este país produce unas 400 millones de toneladas de granos. Parte de estos granos los utiliza para producir carne. Hoy, un chino medio consume más de 50 kilos de carne por año, especialmente de cerdo. Hace 30 años sólo consumía unos pocos. En este sentido, hubo una mejora. Lo mismo está ocurriendo en India. Estos son los dos países que hay que mirar con atención. China llegó a los 1.300 millones de habitantes e India está cercano a los 1.100 millones. Tienen entre los dos más de la tercera parte de la población mundial. Ambos también están creciendo a buenas tasas. Si bien mejoraron mucho su producción granaria (especialmente China que sigue exportando maíz) no sé si podrán incrementar mucho más su área cultivada. Ante esto, la demanda de granos va a ser sostenida.

-¿Los productores agropecuarios deberán empezar a tomar en cuenta estas cosas a la hora de hacer proyecciones?

-Aunque doy crédito a los cambios climáticos anunciados, posiblemente no vivamos muchos, ya que son de largo plazo. Quizás para nosotros sean casi imperceptibles. No creo que en un escenario de diez años veamos modificaciones importantes. Habrá época de lluvias o sequías, pero el clima no se afecta de un día para otro y gracias a Dios la Tierra tiene cierta estabilidad y se aguanta todavía algunos cimbronazos como los que sucedieron en Asia sin demasiados problemas. Si hay épocas de efecto Niño o Niña seguirán siendo como fueron. En el largo plazo, sin duda, alteraciones habrá.

-¿Cómo influye el monocultivo en esto?

-Creo que hay que ser cuidadosos con un cierto monocultivo acentuado en materia de soja. Desde antaño sabemos que hay que producir rotaciones, darle más lugar a la ganadería, pero esas son cosas que se van a ir acomodando. Mejoró mucho la situación con la siembra directa y con la labranza cero. Pero creo que no es lo único.

-¿A qué otras cosas hay que atender?

-Teniendo en cuenta el crecimiento de la población habría que pensar en las fuentes de energía, el calor influirá y ciertos recursos van a escasear. Hasta ahora usamos petróleo, pero hay sólo entre 30 o 40 años de reservas, la mayor parte están ubicadas en la zona de los países árabes. Rusia, que fue un fuerte exportador de petróleo ya mermó, aunque tiene muchas reservas de gas. Entonces habrá un cambio de fuente de energía y a la que hay que tender -y a la que creo los gobiernos deberían darle importancia y destinar recursos para su desarrollo- es a la utilización de la fusión nuclear, un proceso por el cual tanto el deuterio como el hidrógeno unidos producen helio y generan energía.

-¿Cuáles son las ventajas?

-Primero que deuterio, y por supuesto hidrógeno mucho más, hay muchísimo en el universo conocido. El hidrógeno es casi el 90% en el universo conocido. En segundo lugar, no es contaminante. A diferencia de los elementos pesados que existen en menor cantidad y sus residuos son contaminantes. El gran problema es que para obtener la fusión hay que producir a elevadísimas temperaturas y aún no se sabe a ciencia cierta en qué recipiente se puede manejar esa fusión. En los países más avanzados hay centros para producirla, pero son los menos. Los gobiernos tendrían que dedicar más tiempo y recursos a esto. Se puede pensar en la energía hidráulica, pero quedan muy pocos ríos con potencia para explotar y además tiene el inconveniente de que las represas generalmente están muy distantes de dónde se necesita la energía y el transporte, a su vez, consume mucha energía. También podría aprovecharse la energía de los mares. En Argentina hubo una empresa francesa que promediando los años 50 había propuesto la realización de una mareomotríz en la Península de Valdez, pero no prosperó. La eólica se puede usar en determinados lugares, como también la geotérmica. Indudablemente los combustibles fósiles como carbón y petróleo en retroceso. -¿Argentina puede sacar provecho del protocolo de Kyoto?

-En el concierto de naciones nosotros no somos importantes. Lo somos como productores o mejor como exportadores de granos, pero esto es menor. Argentina tiene que apoyar todo lo que sea o tienda a que no se siga agravando ambientalmente la Tierra. Pero la mayor responsabilidad la tienen los países más importantes como Estados Unidos. Creo que los americanos tienen que buscar la manera de poder dejar de emitir. A veces hay exageraciones y eso lleva a reaccciones exageradas del otro lado. Pero los estudios realizados indican las consecuencias nocivas de la emisión de gases.

S.C.

"No hay que pensar que no va a pasar nada con el clima".