Los niños son más vulnerables

Los pequeños son más vulnerables a los riesgos de una intoxicación alimentaria. Según explicó el pediatra gastroenterólogo, Alejandro Costaguta, "ésto se debe a que tienen más cantidad de agua corporal en comparación con los adultos, lo que lleva a que, ante la pérdida de líquido causada por los síntomas gastrointestinales, se descompensan más rápido. Sus mecanismos de compensación son menos eficaces".

Costaguta aclaró que cuando los pequeños se enferman, tanto los vómitos, diarreas como la fiebre ocasionan la pérdida de líquido, sumado a que en épocas de temperaturas elevadas como la actual se deshidratan con mayor facilidad.

Para evitar el trastorno aconseja que los padres estén atentos a la higiene de los pequeños, especialmente a través del lavado de manos.

Los tipos de bacterias que causan las intoxicaciones en los más pequeños son las mismas que en los adultos. La diferencia reside en que el organismo de los niños es más débil para tolerar las alteraciones gastrointestinales. Según Costaguta las bacterias que generan la enfermedad con más frecuencia son escherichia coli, estafilococo y salmonella. Esta última aparece principalmente en mayonesa casera y huevos.

Bacteria o toxina

La intoxicación de origen alimentario puede generarse a través de la entrada al organismo de una bacteria o toxina. "En el primer caso, la enfermedad la produce directamente la bacteria que se encontraba contaminando el alimento, y ataca directamente al intestino. Esta necesita varias horas para actuar porque tiene que crecer y multiplicarse dentro del cuerpo", aclaró Costaguta.

En cambio, en el caso de toxinas, "las bacterias presentes en el alimento, elaboran sustancias que provocan los síntomas inmediatamente tras la ingestión (son toxinas preformadas), por lo que su efecto es casi inmediato", agregó.

En ambos casos predominan los vómitos y la diarrea, siendo característico que haya varias personas afectadas simultáneamente, lo que da la pista del origen del problema.