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 miércoles, 12 de enero de 2005  
Elección azarosa de víctimas y ataques callejeros
Así actuó José Salías en los tres casos, durante 1999, por los que fue condenado. Tiene 34 años y es de Olavarría

Elegía sus víctimas al azar. Las perseguía por la calle y cuando podía las atacaba. Lo hizo en tres casos en los que violó a otras tantas mujeres y por eso lo condenaron. Así operaba José Adolfo Salías, el acusado de haber intentado un nuevo ataque sexual el 1º de enero cuando debía estar preso.

Su modo de operar quedó claro como una radiografía en el juicio en el que resultó sentenciado a 12 años. Fue un proceso largo y engorroso que sin embargo se cerró con dos veredictos: el del juez Luis Giraudo y la ratificación de la Sala II de la Cámara Penal, compuesta por Ramón Teodoro Ríos, Humberto Giménez y Juvencio Mestres.

El primer ataque por el que lo condenaron ocurrió la madrugada del 27 de junio de 1999. Salías atacó allí a una joven de 20 años que bajó de un colectivo. La siguió, pocos metros después se abalanzó sobre ella, la amenazó con un cuchillo y la obligó a entrar en el pasillo de ingreso a una casa. Y allí la violó.

No habían pasado 24 horas y volvió a atacar, esta vez en Iriondo y Salta. Allí acorraló a otra chica que también se dirigía hacia su trabajo y un rato después la sometió.

El tercer ataque fue el 21 de julio de 1999 en bulevar Rondeau y Pago Largo. Pero ese sería el último de aquella serie. Esa madrugada interceptó el paso de una mujer y cuando estaba a punto de ultrajarla pasó un patrullero de la policía. Allí mismo lo detuvieron y nunca más, hasta que el juez de Ejecución Penal Efraín Lurá ordenó su traslado a la seccional 17ª, pudo circular libremente por la calle.

En todos los casos Salías demostró ser un sujeto frío y calculador. En el primer ataque obligó a su víctima a simular que estaban tocando el timbre en una casa cuando vio venir a un grupo de personas. En el segundo hizo lo mismo cuando advirtió que un camionero lo había visto abordar a su víctima. Sólo le falló la última vez porque no advirtió la mirada de una mujer que lo vio a través de su ventana y llamó inmediatamente a la policía.

Salías nació en Olavarría, provincia de Buenos Aires, y tiene 34 años. Hasta aquel día de junio de 1999, cuando lo detuvieron, no tenía antecedentes registrados.
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