| miércoles, 12 de enero de 2005 | Carbonari rompió el silencio Mauricio Tallone / La Capital La tarde agoniza templada en el hall del hotel La Viña, lugar de residencia temporaria del plantel de Central en La Cumbre. Asoma uno de esos crepúsculos propicios para la charla, para entablar un ida y vuelta intimista con un Horacio Carbonari que durante los últimos meses del 2004 había optado por el refugio de la introspección. Petaco divisa el sillón más próximo para la entrevista y lo utiliza como pausa reparadora luego de haber cumplido con la primera rutina de la aventura del regreso.
"Me la banqué bastante bien en estos primeros trabajos de pretemporada. Quizás en el último tramo, cuando corrimos en el camino de pendientes, se me complicó un poco, pero igualmente estoy contento con la respuesta de la rodilla", contó el capitán canalla, ya definitivamente inmiscuido en el tema de su prolongada inactividad.
Es que los casi cuatro meses sin poder jugar por el maldito cartílago de su rodilla derecha lo han transformado en un jugador que en la cuenta regresiva de su carrera está obligado a volver a poner cimientos. De ahí que su ansiedad por retornar a las canchas parece responder al resultado de una actividad sostenida a lo largo de estos años: la de apretar los dientes. De ahí que tanto tiempo sin la pelota como fiel compañía no fue suficiente para que Carbonari le encontrara el gustito al reposo y se animara a marcar en el almanaque la fecha del retiro.
-¿A qué conclusión llegaste sobre tu futuro inmediato en este tiempo en el que estuviste inactivo?
-Lamentablemente tuve mucho tiempo para pensar y eso a veces es malo. Pero después de lo complicado que me resultó todo con el tema de mi rodilla, mi meta estaba puesta en esta pretemporada. Porque tenía la necesidad de volver a sentirme bien, en lograr una buena puesta a punto en lo físico que me permita seguir jugando. Por ahora voy bien, aunque no debo perder de vista que lo mío es el día a día.
-Entonces nunca se te cruzó por la cabeza largar todo y retirarte.
-No, no, yo quiero seguir porque todavía tengo ganas de probar. No te voy a negar que en algún momento manejé la idea de largar, pero eso fue más que nada por lo que renegué el año pasado con la rodilla cada vez que terminaba un partido. La Copa Libertadores la jugué prácticamente en una pierna, pero yo quería estar igual. Hoy creo que tendría que haber parado, pero bueno, ya está.
-¿Qué es lo que más te molestó en esos meses de inactividad?
-No poder entrenar a la par de mis compañeros. Eso me bajoneaba y ahí es donde aparecía la posibilidad del retiro. Cada vez que jugaba un partido, tenía que parar tres para que se me desinflamara la rodilla. Llega un momento que eso te fastidia de tal manera que te preguntás si vale la pena seguir.
-Viendo que no mejorabas, ¿alguna vez pensaste que los médicos no habían dado en la tecla con el diagnóstico?
-No, todo lo contrario. Ellos siempre fueron claros conmigo. Desde un primer momento me dijeron que el problema estaba en el cartílago y que desgraciadamente siempre voy a tener que remar con este inconveniente. La historia es no hacer ejercicios que me inflamen la rodilla. Por ejemplo las prácticas las puedo pilotear, pero los partidos ya es más difícil. Porque siempre se van a presentar situaciones en las que salto o hago otro tipo de movimiento que me perjudica. Todo depende de cómo lo asimilo, ya sé que con mi rodilla voy a sufrir siempre.
-¿Y cómo la estás llevando?
-Y...estoy tratando de cambiar la mentalidad. Como te decía, antes me bajoneaba mucho. Ahora, de última, si se me inflama la rodilla espero un par de días para recuperarme bien y listo. De a poco me estoy preparando para sobrellevar con la mejor onda todo esto.
-¿Te pusiste plazos?
-No, lo mío es el día a día. No puedo proyectar nada porque no sé cómo me va a responder la rodilla. Por lo pronto quiero hacer una buena pretemporada y después ver qué hago de mi carrera.
-¿Qué pasa si durante estos días en La Cumbre la rodilla te empieza a molestar de nuevo?
-Y...no sé. Va a depender de cómo vaya la semana. En los entrenamientos, por más que hagamos fútbol, los voy a poder manejar. Lo que me preocupa es si me molesta durante los partidos. Si pasa eso no juego y veré qué decisión tomo en ese momento. La ventaja que tengo es que con Don Angel y Cuffaro existe una relación desde hace mucho tiempo y ellos saben cómo manejar una situación así.
-¿En algún momento durante estos meses sentiste que la gente te quiere retirar?
-Y...hay de todo. Están los que quieren que vuelva y los que creen que me tengo que retirar. Pero eso es lógico, el hincha tiene libertad para pensar lo que quiera. Igualmente en el último campeonato la gente de Central demostró que está a muerte con este equipo. Por algo llenó las canchas y no hay palabra para agradecerle tanto apoyo.
-¿Está bien cerrar la nota con el título: "Hay Petaco para rato"? -No, no, pará. Después de la pretemporada te digo. Dejame disfrutar del día a día (risas). enviar nota por e-mail | | Fotos | | "Tenía la necesidad de volver a sentirme bien". | | |