Condenan

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Su hermana Eva quedó retenida en el palier -a pesar de que seguía insistiendo en que era secretaria de Tribunales- hasta que llegó la policía.
Venenosa y atrapada

En una habitación del departamento de la víctima la viuda negra fue requisada. Entre sus pertenencias había 200 dólares y 186 pesos, parte de lo que le habían sustraído a Margarita. "Quedate con esto que es de la vieja (por los dólares) y callate la boca", le dijo Eva a la agente que la requisó, Roxana Catalano, según ésta declaró ante la Justicia. Y de los 186 pesos dijo que eran suyos, "para pagar impuestos".

Margarita fue encontrada totalmente dopada. En el departamento se halló un recipiente con una sustancia pulverulenta de acción hipnótica que, luego se comprobó, fue lo que intoxicó a la anciana.

Aunque reconoció haber estado allí, la viuda negra pretendió desligarse del delito. Declaró que había encontrado de casualidad a su hermana, quien estaba con una mujer mayor a quien acompañaría a su casa porque debía entregarle algo. Eva se quedó con la señora en el living mientras su hermana trajo vasos con una gaseosa que habían comprado antes de subir. Diez minutos después la anciana se descompuso y cayó al piso. Eva dijo que la fue a auxiliar, pero su hermana Rosa la frenó: "Déjala que está dormida, yo le coloqué unas pastillas de reinol (sic) para que duerma, porque cobró una plata y le voy a robar".

Sin embargo, el juez no encontró contundentes pruebas que acreditaran la versión de Eva, en la cual se pintaba como un inocente corderito engañado por su cruel hermana. Sí le pareció al magistrado que las declaraciones de los testigos -porteros y vecinos- resultaron de un "contundente valor incriminatorio" contra la viuda negra para acreditar su participación en el hecho como coautora.

Fue la puesta en escena, la que tantas veces le habrá salido bien, lo que en este caso se convirtió en su trampa. El juez remarcó la "puesta en escena que hizo Eva Leonor García al presentarse como sobrina de Barraco Mármol y los "distintos papeles que montó -abogada, secretaria de Tribunales- ante diferentes testigos" tanto para ingresar al edificio como al pretender fugarse. Esa actuación llevó al magistrado a "concluir que fue coautora en el hecho y que no tuvo reparos de pretender su impunidad" al intentar coimear a una policía y "llegando al extremo de endilgarle el hecho a su hermana en un estéril efugio defensivo tendiente a mejorar su comprometida situación procesal".