"El gobierno debe dejar de maltratar a todo el mundo"

Antonio Margariti sorprendió con sus respuestas al ser consultado sobre las perspectivas económicas para el año que recién se inicia. El analista considera que "pedir predicciones a un economista es como solicitar consejos sobre abstemia a un alcohólico". Por si fuera poco advierte que "no hay mejor crítica para un economista que recordarle cuáles fueron sus pronósticos del año pasado, porque es casi una certeza que se ha equivocado en grande". No obstante, "aclarado que el futuro no se puede conocer porque nadie a fuerza de discurrir puede añadir un centímetro a su estatura", se atrevió a enrever el futuro:

"El crecimiento del PBI va a depender del acierto o desacierto con que el gobierno modifique su mal trato con todo el mundo, de que el canje de la deuda sea aceptado por más del 80%, de que se solucionen los problemas con las empresas de servicios públicos, de que consiga restablecer la seguridad pública y brinde garantías de recuperación de la seguridad jurídica consistente en el respeto de la propiedad privada, la pacífica resolución de los contratos y el cumplimiento de las promesas", dijo.

Respecto de la actividad industrial, estimó que podrá seguir creciendo "en la medida que se mantenga la nueva relación de términos de intercambio que beneficia a los productos alimentarios, las materias primas y el combustible, deprimiendo los precios de productos con alto contenido de tecnología". Es decir que seguirá en aumento en tanto el Asia Pacífico "necesite soja, cemento y petróleo y China tenga que seguir exportando chips y computadoras a bajo precio".

El desempleo "no podrá ser extirpado mientras se mantengan vigentes las leyes laborales que establecen excesivos impuestos al trabajo, habiliten la industria del juicio laboral y permitan el chantaje sindical".

"La inflación anual para el 2005 va a depender fortuitamente de que Martín Redrado consiga hacerse respetar como presidente de un Banco Central donde la política no consiga meter la mano para financiar gasto público. Si lo logra, la inflación será mínima. Pero si es permisivo, la hiperinflación estará esperándolo a la vuelta de la esquina", señaló el economista.

Respecto a la soja, si alguien conociese su precio para fines del próximo año se convertiría en el hombre más rico del mundo. Este precio depende de varías cosas impredecibles: el clima en los países productores, la biología de la roya, la estrategia que desplieguen los chinos y el adecuado manejo de los suelos para que no se pierda la fertilidad natural como consecuencia de una siembra excesiva.

En materia de comercio exterior, Margariti advierte que "la Argentina puede regresar al pasado si toma el mismo camino que se impuso en 1946 cuando el primer gobierno de Perón abandonó el comercio multilateral y adoptó el sistema de los tratados bilaterales. La consecuencia fue nefasta: nuestras exportaciones bajaron del 16% del total mundial al 0,4%. Ahora estamos en la misma encrucijada: autarquía económica con un país cerrado o integración al Alca y a la Unión Europea. Las posiciones híbridas como la Unión Sudamericana y el Mercosur son mera pérdida de tiempo".

En cuanto a la recaudación, durante 2004 el gobierno recaudó impuestos nacionales por $81.500 millones, 18% más que en 2003. Ahora esperan hacer lo mismo, pero "las condiciones van a cambiar radicalmente en el 2005 según queramos salir con honra del default declarado hace 3 años por el Adolfo en medio del entusiasta jolgorio de los parlamentarios".

Antonio Margariti.