Pampuro festejó con las tropas en Haití

El ministro de Defensa pasó la Navidad con los militares argentinos que integran la misión de paz de la ONU

En medio de un clima de algarabía por la fiesta navideña, que se entremezcló con una sensación de despedida de los más de 500 militares argentinos que el próximo mes dejarán Haití, el ministro de Defensa, José Pampuro, agasajó a las tropas nacionales que forman parte de la misión de paz de las Naciones Unidas en el país caribeño.

"Esta es una forma de reconocimiento que el poder político quería hacer para todos ustedes por el trabajo hecho en estos seis meses", destacó Pampuro momentos antes de alzar su copa en el Batallón Conjunto Argentino 1 para celebrar la Nochebuena y los primeros minutos de la Navidad, junto a los jefes de las Fuerzas Armadas.

Las palabras del ministro fueron seguidas en silencio por la casi totalidad de los 450 soldados argentinos que se alojan en una ex fábrica algodonera, que es utilizada como base argentina.

Atrás había quedado el recorrido por las calles de la ciudad de Gonaives, que reflejaban la dura realidad haitiana de pobreza y de marginación, a partir de la cual el ministro Pampuro ensayó: "Lo que hoy vimos aquí tiene un simbolismo muy especial, ya que es la mancomunión de haber trabajado por la paz en una población tan difícil".

A fines de enero del año entrante, la totalidad de los más de 500 hombres destinados en Gonaives y Puerto Príncipe serán reemplazados por un nuevo contingente.

En ese momento, el capitán de navío Oscar González y el teniente coronel Carlos Pérez Quino se harán cargo del contingente, en reemplazo de Adrián Sánchez y de Santiago Ferreira, respectivamente.

Mientras, la rutina de patrullar las calles de Gonaives día y noche, garantizar la seguridad en la cotidiana distribución de alimentos e insistir con el desarme en grupos de ex militares que responden al ex mandatario Jean Bertrand Aristide, continúa siendo la tarea diaria de los soldados argentinos.

En relación a este último punto, las denominadas "guerrillas urbanas" imponen su ley en numerosas localidades pobres e incluso en zonas de la capital haitiana, Puerto Príncipe, -similares al porteño Fuerte Apache- a base del tráfico de armas y de droga.

Haití es un país en el que sobreviven 7,5 millones de habitantes. En el país del Caribe, el 95 por ciento de la población es de raza negra, el 4,9 por ciento mulata y el uno por ciento blanca, una situación que sigue alimentando las divisiones sociales, políticas y la injusticia económica que soportan la mayor parte de los haitianos.