| domingo, 26 de diciembre de 2004 | Berlusconi deja atrás un año difícil para su controvertido gobierno El premier italiano ocupó durante 2004 las primeras planas, sobre todo por problemas con la Justicia Roma. - En algunas zonas del sur de Italia, es tradición saludar el Año Nuevo lanzando los muebles viejos por la ventana. En lo que concierne a Silvio Berlusconi, se le puede perdonar que el próximo 31 de diciembre quiera deshacerse de mucho más que sólo una vieja mesa de café. Y es que 2004 no ha sido un buen año para el agobiado primer ministro italiano.
Es cierto que tuvo algunos "buenos momentos". Por ejemplo, celebró el décimo aniversario de su entrada en la política con una concentración masiva que impulsó su confianza y un rejuvenecedor lifting facial. Además, el Parlamento aprobó en abril una ley que le permitirá expandir aún más sus intereses mediáticos y su gobierno de coalición de centro derecha se convirtió en el más longevo en la Italia de posguerra. Pero hasta sus más estrechos asesores estarán de acuerdo en que todo esto empalidece comparado con los "bajones" del año.
El hombre descripto en ocasiones como el líder europeo más controvertido ocupó titulares por cuestiones sobre todo negativas durante este 2004. En enero, el Tribunal Constitucional le quitó la inmunidad ante los jueces por la que tanto había combatido y que el Parlamento le había otorgado tan sólo unos meses antes. Esto permitió la reanudación de un embarazoso juicio que ya duraba cuatro años en el que estaba acusado de usar su empresa Fininvest para corromper a magistrados entre mediados de los años 80 y 1991.
En lo que fue considerado un veredicto más bien equívoco, emitido 11 meses más tarde, los jueces lo absolvieron de una de las acusaciones, pero indicaron que en otra el delito simplemente había prescrito, dejándolo así expuesto a los que afirmaban que sólo logró escapar a la cárcel gracias a la notoria lentitud del sistema judicial italiano.
Los amigos mafiosos También le aguó la fiesta la noticia, conocida un día más tarde, de que Marcello Dell'Utri, uno de sus mejores amigos y cofundador de su partido, Forza italia, fue condenado por asociación con la Mafia por un tribunal de Palermo.
Además de los problemas con la Justicia, Berlusconi también recordará probablemente 2004 como el año en el que su coalición de cuatro partidos estuvo a menudo a punto de estallar. Mientras que la derechista Alianza Nacional y el centrista UDC lo obligaron a destituir al ministro del Tesoro, su hombre de confianza Giulio Tremonti, para nombrar en su lugar a un burócrata, la Liga Norte de Umberto Bossi logró imponer una impopular revisión de la Constitución del país, de 56 años, después de amenazar reiteradamente con abandonar la coalición.
Tras sobrevivir por poco a 2004, Berlusconi afronta de nuevo el año próximo dos grandes obstáculos, sobre todo con vista a las elecciones generales programadas para 2006: la permanentemente pobre situación de la economía y Romano Prodi, el ex presidente de la Comisión Europea, que ha regresado a Italia como el jefe de la oposición de centroizquierda.
Aunque es posible que la economía de Italia, la cuarta de Europa, haya logrado salir de la recesión en la que se sumió en los dos últimos años, todavía no se espera que crezca mucho más que el 1,3% de 2004 y los pronósticos máximos para 2005 se establecen en 1,4 ó 1,5%.
Entre tanto, la inflación flota alrededor del 2%, mucho más alta que el crecimiento medio de los salarios, lo que ha provocado una gran crisis de confianza de los consumidores. Censis, un grupo independiente de investigación, afirma que un tercio de la población se muestra pesimista respecto al futuro
El mal estado de la economía ha provocado además una ola de huelgas de los empobrecidos trabajadores y ha supuesto un significativo descenso en la popularidad del primer ministro, sólo parcialmente contenido por el reciente anuncio de que en 2005 se recortará levemente el impuesto sobre la renta.
Mientras, Berlusconi se ha visto obligado a tratar con Prodi, quien ya ha comenzado a atacarlo al describir los logros de su gobierno como "tres años de desastres".
Se espera que el ex jefe del Ejecutivo de la Unión Europea, que llevó a la centroizquierda a la victoria contra Berlusconi en los comicios de 1996, vuelva a ponerle las cosas difíciles en 2005. La primera prueba tendrá lugar en abril, en las elecciones regionales. (DPA) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Las elecciones y la tensión social, los grandes obstáculos para el premier. | | |