| miércoles, 22 de diciembre de 2004 | El gobierno de EEUU nuevamente envuelto en escándalos por abusos Según un informe del FBI, Bush habría autorizado torturas contra prisioneros en Irak y Guantánamo Washington. - El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, autorizó expresamente el uso de torturas contra los prisioneros en Irak, según un documento secreto del FBI difundido ayer por la prensa estadounidense tras una denuncia de la Unión Americana de Libertades Civiles (Aclu). "Varios agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) brindaron testimonios de torturas y malos tratos perpetrados por funcionarios estadounidenses tanto en Irak como en el centro de detención de la bahía de Guantánamo, en Cuba", señala The New York Times en base al documento.
Un informe de dos páginas del FBI, fechado en Irak el 19 de mayo de 2004, hace referencia a "una orden ejecutiva firmada por el presidente Bush" por la cual se autoriza el uso de ciertas técnicas de interrogatorio, como la privación de sueño, las posiciones incómodas, las amenazas con perros entrenados por los militares y la privación sensorial con el uso de capuchas".
El documento fue desclasificado por el FBI luego de que la Aclu y otras organizaciones de derechos humanos iniciaran acciones legales contra el gobierno estadounidense, al que acusan de haber incumplido la Ley sobre Libertad de Información, apuntó el periódico.
Además, varios agentes del FBI fueron testigos en la base de Guantánamo de cómo se mantenía a los prisioneros encadenados, tirados en el suelo de la sala de interrogatorios y en posiciones incómodas durante 24 horas, y que algunos de ellos se defecaban y orinaban encima, según señala el New York Times.
Otro de los informes, fechado el 24 de junio y dirigido al director del FBI, Robert S. Mueller, y otros altos funcionarios, brinda el testimonio de "alguien que observó los serios abusos físicos contra civiles" detenidos en Irak.
El documento estaba clasificado como "urgente" y en él "describía abusos tales como estrangulamientos, golpes, encendido de cigarrillos en las orejas de los prisioneros e interrogatorios no autorizados".
El informe no aclara si el testigo era agente del FBI o simplemente un informante de este cuerpo, y admite que hubo intentos de ocultar estos abusos.
El autor del memorándum le advierte a Mueller que debería tener conocimiento de los hechos para evitar que se volviese en su contra el "potencial y significativo interés público, mediático y parlamentario" que se generase.
Los documentos, en su mayoría enviados por los agentes a sus superiores en Washington a lo largo de 2003, demuestran además que algunos interrogadores del Pentágono se hicieron pasar por agentes del FBI mientras participaban en abusos contra los prisioneros, tanto en Irak como en Guantánamo. (Télam) enviar nota por e-mail | | Fotos | | El centro de detención de Guantánamo fue escenario de excesos. | | |