La movida villense se mudó al puerto y los vecinos se quejan

Alegan que habrá ruidos molestos y desorden en el tránsito, y que sus frentes se convertirán en un basural

Ovaldo Flores / La Capital

Villa Constitución. - Vecinos de la zona del puerto de cabotaje presentaron sus quejas ante el intendente por la decisión municipal de habilitar la apertura de una confitería bailable y un bar en ese lugar, en lo que se ha convertido en una verdadera mudanza temporaria de la movida local hacia la orilla del río Paraná. Mientras los vecinos enumeraron una serie de molestias que por esa causa dicen que padecerán durante todo el verano, desde la Municipalidad y el Ente Administrador del Puerto Villa Constitución (EAPVC) minimizaron la cuestión y aseguraron que "están funcionando los controles" pertinentes para que ello no ocurra.

"Lamentablemente ya hemos padecido en este vecindario las consecuencias del desarrollo de las actividades al aire libre en horario nocturno. Parecería que la fórmula se repite en esta temporada: instalaciones precarias, música al aire libre con altos decibeles, baños químicos, carpas, quinchos de paja, desorden en el tránsito, todo tipo de ruidos molestos e incorrecta disposición final de residuos, entre otras molestias", se quejó un numeroso grupo de vecinos mediante una nota remitida al intendente Horacio Vaquié.

La semana pasada, contiguo a las instalaciones del puerto y en un predio alquilado al EAPVC, reinauguró el complejo Costa Manolo, un boliche bailable que sólo podrá funcionar en ese lugar hasta finales de marzo. Esta noche también abrirá sus puertas -frente a Costa Manolo- el bar Acqua, que tiene intenciones de continuar allí durante todo el año.

"¿No tiene el ente portuario otra idea mejor para recaudar fondos con los cuales sostenerse? ¿No se puede procurar para el conjunto de la población otras formas de esparcimiento, tales como prácticas deportivas o actividades culturales que se desarrollen sin perjudicar al prójimo?", preguntaron los vecinos.

Pese a las quejas, el sábado de la semana pasada unas tres mil personas concurrieron a la inauguración de Costa Manolo. Inspectores municipales monitorearon durante toda la noche la intensidad de los decibeles que emitía, y aseguraron que se cumplió con la normativa vigente. El presidente del EAPVC, Jorge Camilletti, sostuvo que "en varias recorridas que hice esa noche en el lugar no detecté ningún problema ni irregularidad".

Pero los vecinos siguen disconformes: "Los decibeles estarán como ellos dicen, pero lo cierto es que hasta más allá de las 6 de la mañana, hasta que se corta la música y se produce la desconcentración de gente, aquí es imposible dormir", insistieron.


Epicentro nocturno
Es que además de las molestias circunstanciales durante la temporada veraniega, temen que la zona costera se convierta en el epicentro permanente de la movida nocturna villense, como ocurrió en San Nicolás. "En esa ciudad primero fueron algunos bares que ponían música, luego se añadieron otros y finalmente la actividad se hizo incontrolable, al punto que muchos vecinos tuvieron que mudarse cansados de padecer esta situación durante años", alertaron.

En rigor, recién ahora y después de 40 años la Municipalidad está definiendo un nuevo plan regulador que delimite claramente las zonas de la ciudad donde puedan instalarse los distintos emprendimientos. "Es cierto, no tenemos todavía un lugar determinado para ofrecerle a quien quiera abrir un boliche bailable, pero tampoco por eso podemos prohibir que los haya para que luego nuestros chicos se tengan que ir a bailar a otra ciudad y tengamos que lamentar accidentes fatales en las rutas, como ya sucedió décadas pasadas", se defendió un funcionario municipal.

"Mientras tanto -sostuvo- seremos inflexibles con las reglas de juego que hemos pactado transitoriamente con estos empresarios. Si infringen la normativa establecida, directamente le mandamos la clausura".

Por su parte, los trabajadores de los lugares nocturnos de diversión también hicieron oir sus argumentos: "En Costa Manolo trabajamos más de 40 personas, y además el boliche le da trabajo a los comercios de la ciudad que nos proveen, a otros bares y restaurantes, a las estaciones de servicio. Es una cadena que produce que mucho dinero quede en Villa Constitución, y que mucha gente podamos vivir o ayudar a nuestras familias con esta actividad".

Los vecinos temen perder la tranquilidad.