| sábado, 18 de diciembre de 2004 | Rugby: La ópera del fantasma El cuerpo técnico verdinegro analizó la temporada del campeón argentino Como todo recuerdo, el más reciente es el que está más vivo. En ese sentido todavía está grabado a fuego en la retina de los verdinegros cuando Camilo Boffelli levantó la copa del Nacional de Clubes y ungía a Duendes como el mejor equipo de la Argentina, bajando el telón a un año inolvidable ya que con ese trofeo los verdinegros completaron su vitrina.
Lógico que no fue para nada fácil el camino que el fantasma tuvo que recorrer. Tropezó con más de una dificultad, pero no se amilanó. Se hizo fuerte en la adversidad y fue de menor a mayor.
"Empezamos de regular para abajo. Si bien este año metimos algunas cosas nuevas y tratamos de que sea más ofensivo, el equipo demoró en aparecer. El hecho de tener esas cosas nuevas hizo que también aparezcan dudas y creo que las pagamos en la primera parte del año", analizó Raúl Pérez a la hora de hacer un balance de la temporada junto a Gastón Conde y Sebastián Ferraro, los otros entrenadores de la primera verdinegra.
Si bien en el torneo Regional del Litoral no le fue bien (perdió en semifinales) tuvo en el Interior y el Nacional grandes oportunidades para revertir el tema. Y lo supieron aprovechar. Amén del título conseguido en el Nacional, el Torneo del Interior se les escapó por una suma de cosas: una visita a Los Tarcos con un equipo disminuido y un partido ganable ante Tala que terminó empatado por diez minutos de descuido quedando afuera por una cuestión reglamentaria.
"Los dos últimos años fueron iguales. Después que perdimos las semifinales del Regional, el equipo hace un vuelco. Es como que toma conciencia de dónde está parado, que la situación no es buena y empieza a mejorar. Todo pasó por la cabeza de los jugadores ya que no variamos en nada de la primera parte del año a la segunda", analizó el ex Puma.
"A partir de la partido con Universitario, por el tercer puesto, el equipo empieza a tener mucho más presencia, es más solidario, se sacrifica más y lo bueno es que nunca paró de evolucionar. Tardó, pero el equipo absorbió lo que le pedíamos y, más allá de lo que pasó en los torneos, creo que eso fue muy positivo".
Con respecto a las lesiones, Gastón Conde se incorporó a la charla diciendo que "el año pasado no tuvimos lesionados y cumplimos el mismo ciclo que este, con la diferencia de que ganamos el Interior y perdimos la final del Nacional. La ventaja que tuvimos este año fue que se agrandó el grupo. Muchos chicos que ni siquiera estaban de suplentes entrenaron y colaboraron con el resto".
Sebastián Ferraro, a su turno, destacó que "debido a las lesiones, tuvimos que subir muchos chicos. Y es muy difícil en el primer año en primera jugar un Interior o un Nacional, sin embargo ellos cumplieron a la perfección".
"Los equipos están compuestos por grandes jugadores y por nombres. A veces alguno que no es titular tiene menos nombre que otro pero está mejor. En nuestro caso le tocó jugar a muchos que no lo venían haciendo pero que se entrenaban más que los que jugaban. Y lo demostraron. Cada uno supo jugar de lo que él era. Nicolás Gattarello no pretendía ser Maxi Nannini, Vignolo no quería ser Simón Boffelli ni Matías Hagge, Pablo Bouza. Pero sí cada uno de ellos quiso ser lo mejor de sí mismo y aportaron lo mejor que ellos tienen. Así el equipo se adaptó a algunas circunstancias de juego y creo que esa fue otra de las claves", rendondeó Conde, quien para finalizar expresó: "Gracias a muchos años que supimos saber perder, el club en los últimos dos años sabe ganar. No apostamos a ganar un torneo y romper todo, lo que queremos es hacer base en un proceso, tener un proyecto y cumplirlo para que así queden cosas".
En ese sentido, para acentar un modelo o una marca registrada se necesitan resultados y los obtenidos por Duendes no hacen otra cosa que avalar que su modelo de conducción transita por la buena senda. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |