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 sábado, 18 de diciembre de 2004  
La artista debutó como coguionista en "No sos vos, soy yo"
Cecilia Dopazo: "Los nuevos directores hacen que el cine argentino ya no sea tan mala palabra"
La actriz contó que aportó una mirada que reivindica la figura de una masculinidad sensitiva y falible

Rodolfo Bella / La Capital

Cecilia Dopazo debutó como coguionista de cine en el filme "No sos vos, soy yo". La actriz y protagonista compartió la escritura con su marido Juan Taratutto, también director del filme quien solicitó el aporte de una mirada femenina sobre un hombre en crisis abandonado por una mujer. El debut fue sorprendente: a punto de festejar que en cuatro semanas la película tuvo más de cien mil espectadores, Dopazo, que además es una de las protagonistas, también contó a La Capital que no extraña la pantalla chica.

-¿Cuál fue el punto de partida para el guión?

-Me parece que siempre fue de Juan y la anécdota es un hombre que es dejado por una mujer y cómo hace para recuperarse de ese mal de amores. La originalidad está dada por el hecho de que nuestro protagonista sea un hombre que se deja ver vulnerable, que manifiesta sus sentimientos. Esa era la anécdota, la síntesis argumental, pero el tema de la película es el crecimiento de este hombre a partir de la crisis, cómo hace el paso de una adolescencia tardía a la adultez.

-¿Esa es tu visión de los hombres o el ideal masculino?

-No lo pensé así. Lo ideal no existe, pero es bastante parecido a lo que me gusta (risas). Me atrae el hecho de ver en un hombre una figura que es muy masculina pero que es sensible, que no teme a mostrar sus sentimientos, ni a mirarlos de frente y aceptar mostrarse vulnerable, torpe, triste; hasta incluso me parece que el hombre que se atreve a mostrar estos sentimientos está más seguro de sí mismo que el que no y eso me resulta atractivo.

-¿Alguna vez te dijeron esa excusa seriamente?

-La dije yo... y muy seriamente, tratando de que se me crea (risas). Cuando uno está muy enamorado no hay crisis que haga que uno deje a otra persona. Un poco la idea de poner este título era primero para que quede clarísimo que es una comedia y eso viene a raíz de que decir eso es un cliché. Cuando uno dice esas cosas es una gran excusa. Es una frase lavaculpa.

-¿Creés que en los últimos años se está rearmando una industria del cine?

-Sin duda hay una industria. Hay gente muy talentosa, con muchas ganas de hacer. También hay desastres, cosas que me parecen horribles, que ganan premios en festivales y que adquieren un supuesto prestigio y que me parecen detestables. Además hacen que el gran público entre al cine seducido porque ganó festivales y la sensación que tengo, en mi y en la platea, es de bronca porque me parece que el público a veces duda de si mismo y se pregunta si no entiende nada de cine cuando ve esas cosas y se pregunta porqué las premiaron. Me parece que eso no tiene que pasar. Hay muchas películas muy pretensiosas, que parece que piden a gritos que se las tome en serio. Creo que el cine argentino ya no está siendo tan mala palabra como era antes justamente por el surgimiento de nuevos realizadores que está muy piola.

-¿Cómo cuáles?

-No, no me voy a cavar esa fosa... Son películas del género dramático, porque lo dramático es importante, entre comillas. Casualmente muchas veces los críticos ponderan mucho de aquello con lo que el público no está de acuerdo o no le gusta. No se por qué extraña razón, pero pasa.
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