| sábado, 18 de diciembre de 2004 | Lo mejor para nuestros hijos Auquín, mi hijo de tres años, concurría al jardín de calle Castro Barros 5023. En el mes de octubre tuvo unos berrinches y fue contenido por las maestras del establecimiento. Al otro día voy a interiorizarme de lo que había ocurrido y me atendió el representante legal, quien no estaba enterado de lo que había ocurrido por lo que preguntó a las maestras. Me dijo que mi hijo tiene todos los síntomas de un niño autista. Acto seguido consulto con una neuróloga en el Hospital Español, quien además de contenerme emocionalmente me dijo que Auquín es un niño hiperactivo, todo lo contrario de lo que es un niño autista. Yo pregunto: ¿un representante legal es docente?, ¿qué sabe de medicina para decirme que mi hijo es autista? Y si lo hubiera sido, ¿recién en el mes de octubre se dan cuenta? No estoy furiosa, en todo caso estoy dolida. Después de lo que pasó mi hijo no tuvo su fiesta de fin de año ya que no le encontré sentido mandarlo de nuevo a ese jardín.
Elba Virginia León
DNI 14.684.950
enviar nota por e-mail | | |