Frustrada evasión en Santa Fe

Para huir de su custodia saltó por una ventana de la Jefatura

El preso cayó sobre un auto estacionado, se quebró un brazo y fue recapturado

Santa Fe.- Un detenido vio la oportunidad de escapar y no dudó. Se tiró ayer por la mañana desde el primer piso de la Jefatura de Policía de Santa Fe y, con una gran dosis de suerte, cayó sobre el techo de un auto estacionado en el lugar. El preso, que había sido detenido durante la madrugada con un revólver robado en la casa de un policía, sufrió sólo la fractura en su brazo izquierdo y fue recapturado.

Según precisaron fuentes policiales, el episodio ocurrió en el céntrico edificio de Primera Junta al 2800 en la capital provincial, donde declaraba como imputado Juan Juncos, de 21 años, quien había sido detenido durante la madrugada por portar un arma calibre 38 robada a un policía.

Fuentes policiales calificaron lo ocurrido como una "tentativa de evasión" y precisaron que el detenido aprovechó el momento en que era llevado a la oficina de sumarios de la Jefatura para empujar al centinela que lo custodiaba, abrir una ventana y saltar a la calle con intenciones de caer sobre el techo de algún vehículo que pasara en ese momento frente al edificio y así poder huir.

Tras precipitarse unos 7 metros en caída libre, el recluso dio contra el techo de un vehículo que estaba estacionado, lo que le salvó la vida y sólo le provocó la fractura de su brazo izquierdo.

Los uniformados salieron a la carrera del edificio de la Unidad Regional I y retuvieron al herido, que minutos más tarde fue trasladado en ambulancia al hospital José María Cullen.

Juncos, según los pesquisas, había sido apresado durante la madrugada por patrulleros del Comando Radioeléctrico y le fue secuestrado un revólver Colt Cobra Special. Esta arma había denunciada como robada a un agente de la repartición.


Con suerte dispar
No es la primera vez que un preso bajo custodia de los uniformados se arroja al vacío en una dependencia policial con la finalidad de huir. El pasado 26 de noviembre Miguel Angel Perichón, de 41 años, murió al arrojarse al vacío en el edificio de la ex Jefatura de la UR II, en calle Santa Fe al 1900 de Rosario.

Perichón había sido detenido por su presunta participación en el abuso deshonesto en perjuicio de una niña de 11 años. El hombre estaba a punto de firmar su libertad en la oficina de Reidentificación cuando se asomó a la baranda del segundo piso de la ex Jefatura y se arrojó al patio interno en el cual varios obreros trabajaban en la demolición de lo que fue la vieja alcaidía.

Un año atrás sucedió un hecho similar en la misma dependencia. El 8 de diciembre de 2003 Cristian Torres era trasladado por un agente de la seccional 15ª a la oficina de Reidentificaciones cuando se arrojó por una ventana que da a calle Moreno desde unos 8 metros. En su mortal caída, el preso arrastró al policía que lo custodiaba, quien sufrió serias lesiones. Torres, de 25 años, murió tres días más tarde en el Hospital de Emergencias.