| sábado, 11 de diciembre de 2004 | El Chacho Coudet se despide de Central Alejandro Cachari / La Capital Nadie podrá más que refunfuñar contra la coyuntura. Maldecir el destino anticipado. Pero en ningún caso renegar de Eduardo Coudet. Chacho se despedirá hoy de Central como lo anticipó hace meses. Cumplió su palabra. Volvió para dar una mano, pero la contraprestación tenía fecha de vencimiento. Y estaba puesta en la última fecha del campeonato.
El aporte no fue sólo un lugar en la cancha. Y ese es uno de los ítems más valorables del regreso del mediocampista. Coudet estuvo entre los mejores de un equipo que se hizo fuerte en el medio de la adversidad y coronó un torneo muy bueno si se toma como referencia el comienzo, desalentador y preocupante.
Chacho ejerció el papel de referente que fueron a buscar. Y ello se potenció al quedar bastante marginados del equipo titular por distintas razones Vitamina Sánchez y Petaco Carbonari, los otros pesos pesados del equipo auriazul.
Quizás pueda suponerse que los canallas se conforman con poco, pero en los tiempos que corren es muy difícil que el discurso se corresponda con la acción.
Suelen decir que del dicho al hecho hay largo trecho, pero en este caso, Chacho acortó el camino y volvió a la casa de quienes el más quiere y adonde más lo quieren, en la plenitud de sus posibilidades.
El Coudet que dejó River al final del Clausura reapareció en Central antes del primer tercio del campeonato y bien puede considerarse que fue uno de los grandes sustentos de un equipo que mantuvo ritmo de campeón durante más de 10 fechas, pero careció de protagonismo por los resultados de las primeras fechas.
El jugador que llegó de Platense con el exclusivo antecedente de una convocatoria fugaz de Passarella a la selección se ganó a la gente rápidamente y alimentó el sentimiento cada vez que pudo desde el lugar que estuvo.
Hace un par de días hasta salió a copar la parada con declaraciones que parecen fuera de tiempo y distancia, pero no podía traicionar su temperamento y le puso el pecho a las balas.
Preparó el arsenal, disparó contra Newell's y se quedó parado, enhiesto, esperando la contra. No hay en Central un jugador que pueda cumplir con ese rol que no se llame Coudet.
Podrá discurrirse sobre sus dichos y si forman parte del folclore o sólo sirvieron para profundizar las diferencias que existieron en este torneo entre leprosos y canallas.
La cuestión es no defraudar y en ese punto el capitán puede darse por satisfecho. Y con creces.
Cumplió con la promesa del regreso, desplegó a la perfección el papel de Chacho que tanto añoraban sus hinchas y dentro de la cancha dejó todo y un poco más. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Chacho jugará esta tarde. | | |