Una mirada escandinava sobre los problemas educativos

"Hemos ido muy lejos con la autonomía: ahora el maestro resulta un obstáculo"

Es una advertencia de la pedagoga sueca Inger Enkvist. Afirma que "se está educando a pequeños tiranos"

"Hemos ido muy lejos respecto de lo que se entiende por autonomía del alumno, a tal punto que hoy rige toda una referencia pedagógica que asegura que el niño aprende mejor si se lo deja solo. Es más, el docente funcionaría como un obstáculo". La afirmación pertenece a Inger Enkvist, una pedagoga sueca que durante años se ha dedicado a estudiar las distintas corrientes que influyen en los cambios de la educación. También ha dictado clases en diversos niveles de la enseñanza. Práctica y teoría le permiten sostener con soltura que la escuela se ubica hoy en "una zona de crisis". Los detalles de esta afirmación están expuestos en su libro "La educación en peligro" (Ovejero Martín Editores).

En diálogo con La Capital, y en un perfecto español, advierte que uno de los grandes riesgos que subyace en la literatura pedagógica que recorre Europa es la que sustenta la autonomía del alumno. Inger Enkvist ha recorrido la Argentina en varias oportunidades. Es doctora en Letras por la Universidad de Göteborg (Suecia), titular de la cátedra de Español en la Universidad de Lund y asesora del Ministerio de Educación de Suecia para el nivel universitario.

-Su libro se explaya en problemáticas comunes tanto a Europa como a América. ¿Son tan parecidos los problemas de unos y otros países a pesar de las diferencias en niveles de desarrollo económico?

-Sí, esa es la idea que quise transmitir: tenemos desafíos comunes. Además cometimos (en Suecia) bastantes errores en materia de políticas educativas y es justamente mirando esos mismos errores que se puede aprender.

-A simple vista no lo parece. ¿Cuáles serían esos errores que deberían al menos atenderse?

-Hemos ido muy lejos respecto de lo que se entiende por autonomía del alumno, a tal punto que hoy rige toda una referencia pedagógica que afirma que el niño aprende mejor si se lo deja solo; y en este caso la maestra más bien funciona como un obstáculo. Si a esto se lo combina con un mensaje que sobrevalora el aspecto lúdico en la escuela y el uso de las nuevas tecnologías, se consigue que tanto aprendizaje como enseñanza se alejen de una base sistemática necesaria para aprender. No es casual entonces que el peligro hoy sean los llamados "proyectos del aula", armados como trocitos aislados, sin conexión con las materias o con el sistema de conocimiento que demanda la escuela.

-Ese desplazamiento del docente, ¿es una consecuencia accidental o forma parte de la esencia de esa concepción?

-Está planificado, no ocurre por accidente. En este escenario el docente "debe mantenerse en el trasfondo de la clase para no estorbar al alumno que aprende". Realmente se trata de un absurdo, que no considera al maestro como una adulto que se ha especializado en la docencia. Ahora vemos que el niño trabaja con sus propios proyectos, es el niño quien planifica cuánto va a estudiar en la semana de cada materia. Es él quien, en nombre de ganar autonomía, decide cuánto, cómo y cuándo estudiar.

-Así planteado es una situación ciertamente preocupante...

-Sí, lo es. También porque este método surge de buena parte de la literatura pedagógica que circula hoy en Europa. Mi preocupación además es que en este modelo también se dan las desigualdades. Porque los que salen aprendiendo son los chicos que provienen de familias con acercamiento al estudio. Si la maestra le dice "tú planificas tu propio trabajo" y en la casa de ese niño saben que saber inglés o francés es muy importante, entonces el niño proyectará más horas de esta lengua extranjera.

-¿No se desdibuja el sentido de lo colectivo que tiene el aprendizaje en la escuela?

-Claro, porque desde este punto de vista se pierde el valor social e intelectual que tiene aprender en la escuela. Si el niño planifica sus propias aceptaciones a las reglas de juego no aprenderá desde temprano esas leyes que son propias de la sociedad adulta, sencillamente porque no aceptará las reglas propias de un grupo. El niño en esta forma de aprendizaje se ha acostumbrado a ser un juez de sus propias acciones. Luego no se le podrá pedir que acepte las reglas propias de una sociedad.

-Por otra parte, ¿no se da un corrimiento de las responsabilidades de los adultos: padres y docentes, en este caso?

-Yo, directamente, usaría la palabra abandono. Los adultos abandonamos a los niños, tanto en la familia como en el colegio. Lo curioso es que no es un abandono sólo físico sino también psicológico. Y si dejamos "libres" a los alumnos luego es muy difícil poner un límite cuando se quiere llegar lejos. Los docentes suecos se están desesperando, no saben cómo mantener las reglas necesarias de una escuela. El niño es rey. Estamos educando a pequeños tiranos, que hacen de las suyas. Eso quiero decir con abandono: los adultos hacemos abandono de la autoridad, una autoridad que debe ser ejercida en provecho de los niños y los otros. Ahora somos los adultos los que estamos sometidos por los niños.


Nuevas tecnologías
-¿Qué es lo que valora y critica del uso de las nuevas tecnologías en la escuela?

-Las nuevas tecnologías son muy importantes para un profesor que tiene mucho conocimiento de su materia. Sin embargo, pueden ser un límite para desarrollar una idea. En los chicos la búsqueda de información se convierte en la búsqueda sólo de información, de partecitas que luego se presentan en la clase como un "trabajo". Y en realidad se trata de un armado de fragmentos y si al docente se le ocurre preguntarle al niño por el tema investigado, seguramente dirá que no lo aprendió.

-Esto tiene que ver también con la formación y postura que el docente tenga respecto del uso de las nuevas tecnologías.

-Sí, porque un profesor que conoce su tema a fondo y trabaja en situaciones normales de aprendizaje y enseñanza no deja sólo a los chicos en esta búsqueda.

-¿Cómo son remunerados los docentes en Suecia?

-En comparación con la Argentina están bien remunerados. Sin embargo, van perdiendo algo de consideración social. El terreno que se gana en nombre de la autonomía del alumno y de los aspectos lúdicos mucho han contribuido a esta situación. También - y en consecuencia- que quienes ingresen a la docencia lo hagan con menos exigencias.

-¿Qué percepciones tiene de las escuelas argentinas?

-Lo primero que se percibe es la gran diferencia que hay entre las escuelas públicas y privadas. Y, aunque parezca contradictorio, muy buenos maestros pero con cierta falta de entusiasmo por su tarea.

M.I.

La educadora considera que los adultos están abandonando psicológicamente a los niños.