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 miércoles, 08 de diciembre de 2004  
Aumenta el consumo de sustancias tóxicas en el lugar de trabajo
El Programa Andrés Rosario lanzó una propuesta para la prevención y asistencia en adicciones

María Laura Favarel / La Capital

Más de 20 entidades y empresas locales fueron consultadas por el Programa Andrés Rosario acerca del consumo de drogas y alcohol en el ámbito laboral. Todas se mostraron preocupadas y preguntaron ¿qué hacer? En respuesta a esa inquietud, el Programa Andrés Rosario elaboró un proyecto de prevención, asesoramiento y asistencia a empresas y gremios.

En el país, en los últimos 10 años el consumo de sustancias tóxicas pasó de un 3 a un 10%, según un trabajo de Naciones Unidas para el Cono Sur sobre delito y drogas. Los expertos definen la drogadependencia como una epidemia social. Según datos del último informe realizado hace 5 años por Camilo Verruno, director del programa Cuida (Control del Uso Indebido del Alcohol), en Argentina había 2 millones y medio de consumidores abusivos. "Ahora se supone que esta cifra alcanzó los 4 millones", aseguró el psicólogo Ernesto González, del Centro Argentino de Prevención Laboral en Adicciones (Capla), asesores del Programa Andres Rosario. (ver aparte)

Basta ver el ejemplo de la cámara de expendedores de cerveza que en los 80 vendía 140 millones de litros mientras que el año pasado las ventas ascendieron a 1.300 millones. A esto se suma una mayor disponibilidad de drogas y mayor tolerancia en cuanto al consumo. Al respecto González comentó que no se ven marchas de padres afectados, con leyendas que digan "¡basta la droga!".


Consumo laboral
Estudios demuestran que el 70% de los adictos tiene empleo estable. "Esto rompe con la idea predominante de que el drogadicto es un vago o delincuente", acotó el especialista porteño.

La empresa, en cuanto ámbito de convivencia refleja los hábitos de la sociedad. Es uno de los escenarios donde las consecuencias de la drogadicción se hacen patentes. Pero además, el consumo indebido de alcohol y drogas en horario de trabajo pone en peligro la vida e integridad de terceros. La problemática no sólo afecta a la persona que consume, sino también a familiares, compañeros de trabajo y amigos.

Un ejemplo claro de los riesgos es lo que le sucedió al navío petrolero Nelson Valdez que causó desastres ecológicos en Alaska. "Sucedió porque su capitán estaba alcoholizado y fumando marihuana. Todavía la empresa está en litigio con Alaska por millones de dólares", contó González.

Los consumidores de alcohol y drogas presentan 3 y 4 veces mayor ausentismo que el resto de la población; casi 4 veces mayor accidentología; alrededor de 15 veces más llegadas tarde; 5 veces más sanciones disciplinarias; 30% menos rendimiento laboral y 8 veces mayor erogación en salud.

"Muchos comienzan a consumir para sentirse mejor, para rendir más. Y si bien al principio notan buenos resultados, después no pueden trabajar sin esa sustancia", comentó.

Según los especialistas, las adicciones más frecuentes en el trabajo comienzan con el consumo de alcohol y cocaína y en segundo lugar está la marihuana. "La presión de la urgencia, la necesidad de hacer más y de ser omnipotente lleva a buscar ayuda para soportar la presión".


Disminución del rendimiento
Las primeras consecuencias del consumo se advierten en la disminución del rendimiento. La calidad del trabajo se resiente por la torpeza e inhabilidad que las sustancias producen. Se originan errores frecuentes que producirán una pérdida final de la calidad del producto o servicio. Esto conlleva una desprofesionalización progresiva que influirá negativamente en el trabajo propio y en el de su equipo.

También se observa rápidamente la disminución de la disponibilidad. Una de las características del trabajador adicto al alcohol u otras drogas es un aumento manifiesto de las ausencias. El consumidor tiene mucha más tendencia a enfermarse debido al resentimiento de su salud provocado por la intoxicación crónica.

La disminución de la seguridad redunda en un aumento del riesgo de accidentes. El alcohol y las drogas son responsables del 35% de accidentes in itinere, y del 15 % al 25 % de los accidentes de trabajo. A su vez, el índice de frecuencia es 3,5 veces superior y la gravedad es 2 veces superior.


Propuesta local
Un grupo de profesionales del Programa Andres Rosario creó un esquema de prevención de adicciones en los lugares de trabajo. La entidad es la primera que aborda el tema en toda la provincia.

El presidente de la entidad contó a La Capital que notaron gran interés por parte de las entidades y empresas locales. "Desde el Programa intentaremos dar información y prevenir. Para los que ya presentan el problema se realizará una derivación a los médicos laborales", dijo.

Esto se realizará desde el área laboral. El Programa propone el desarrollo de actividades específicas para cada empresa, que parten de la formación de líderes que actúen en forma preventiva.

Tanto desde Capla como desde el Programa Andrés Rosario plantearon la urgente necesidad de que exista un marco legal que regule las situaciones en las cuales se encuentre involucrado un trabajador adicto. Al respecto los profesionales presentaron un proyecto de ley nacional que aguarda una resolución favorable.
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Los consumidores de alcohol y drogas presentan mayor ausentismo.

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