 | lunes, 06 de diciembre de 2004 | Los pibes atacaron pero no lastimaron Hubo un gesto de los jugadores de Central que marcó el partido antes de empezar. Salieron a la cancha con una bandera con la inscripción "Fuerza Don Angel". Así hicieron la clásica foto de la formación. Fue muy elocuente, este equipo encontró su Angel allá por la tercera fecha, cuando tenía cero puntos y cero futuro. Ayer el viejo Zof, que se está recuperando de una operación, no estuvo en el Monumental. Y para alimentar el mito, o por simple casualidad, los pibes se no alcanzaron la personalidad necesaria.
Central fue siempre al frente, pero hay modos y modos de atacar. Argumentos, decisión y eficacia deben combinarse justo y a tiempo. Madurar y explotar. Sólo así se ataca y se mete miedo al rival, sensación de agresividad en serio. Central fue siempre al frente, pero el despliegue enorme de Alemanno -hasta que se acalambró en el final- y la búsqueda de Emanuel Villa, no le alcanzaron para dar la textura de equipo que juega para ganar, y desarrolla un plan propio y efectivo para ganar.
Central ayer hizo como que se prodigó, mantuvo el balón en su poder por buena cantidad de tiempo, e incluso tuvo en los marcadores centrales a Fassi y a Raldes en un nivel más que aceptable, y en Ojeda, a un arquero de gran nivel. Sin dudas, la revelación de este campeonato para los canallas. Pero cuando atacó no tuvo ni el toque distinto ni la potencia arrolladora ni el oficio ni la avivada. Fue una sucesión de intentos anunciados donde se siempre se distinguió una nota: te ataco pero ni yo creo que pueda lastimarte, pareció ser la consigna de un Central sin Coudet y sin el Angel que le vino llegando desde el banco, en los últimos 16 partidos.
Ante el primer gol de River, Central siguió yendo al frente. Si bien desplegó estrategias, corrió mucho, dejó, ayer, aroma a equipo verde, no preparado para batallas duras. Después llegó el gol de Cuevas y se respiró a final anticipado.
Con Don Angel en el hospital; su máximo referente, Chacho Coudet, sorpresivamente fuera de juego y un rival poderoso enfrente, tal vez no sea atinado pedirle más a este equipo. Sin embargo, es siempre válido pedirle a un partido de fútbol tensión y vibración hasta el final. Es siempre necesario, para el bien del fútbol, que nadie esté vencido ni aún vencido. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los jugadores canallas entraron con una bandera de apoyo al entrenador. | | |