Año CXXXVII Nº 48592
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Economía
Escenario
Mujer
Señales
Turismo
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Salud 01/12
Autos 01/12
Turismo 28/11
Mujer 28/11
Economía 28/11
Señales 28/11

contacto
servicios
Institucional

 domingo, 05 de diciembre de 2004  
Rosario desconocida: Acentos ingleses

José Mario Bonacci (*)

Se ha insistido en que la ciudad no es un estilo. En realidad está conformada por la interacción de diversos estilos entre sí en combinaciones eclécticas. En ello descansa una de las características que la hacen interesante y llamativa. En ese clima de manifestaciones construidas y diversas, el estilo inglés con muchas de sus variantes expuestas a la vista, contribuye a consolidar esa característica de la ciudad que se concreta en la búsqueda de la unidad a través de la diversidad de sus presencias.

Fisherton es hoy un barrio que nació como poblado independiente y fue absorbido en un momento dado por el crecimiento de la ciudad mayor. Lo generó la presencia del ferrocarril y fue fundado por un inglés que le dio la impronta propia de su origen. Hoy exhibe entre sus reliquias más atrayentes la antigua estación, la pequeña pero magnífica capilla y un conjunto de residencias privadas que responden a los requerimientos del estilo.

Con ingreso por avenida Alberdi y vecino al viejo portón Nº 1, el mismo ferrocarril generó la aparición de viviendas individuales y colectivas destinadas a empleados de la empresa, que se inscriben en la tradición inglesa y constituyen una presencia diferente y atractiva en la planta urbana de la zona, ahora asimilada al desarrollo del Parque Scalabrini Ortíz.

Asimismo, hay algunos edificios fabriles generados de la misma manera y otros variados usos en diversos puntos que tiñen con sus presencias esos lugares e invitan a ser descubiertos por la búsqueda intencionada, o por el encuentro fortuito entre ellos y el habitante urbano.


Iglesia anglicana
Uno de los testimonios más antiguos es sin duda la Iglesia Anglicana San Bartolomé, en Urquiza 498, esquina Paraguay, fundada en 1868. Contra la creencia de que sus ladrillos fueron traídos desde la misma Inglaterra, las máquinas para producir esas piezas constructivas fueron trasladadas desde allí para alimentar a construcciones ferrocarrileras y de ese proceso salieron también los ladrillos destinados al aludido templo.

En el se destacan por presencia compositiva y calidad constructiva el techo y su estructura en madera, la reja metálica o "screem" marcando el ámbito del altar y la escenografía del mismo con importante trabajo artesanal en madera, así como el púlpito y las bancadas destinadas a los fieles con típico acento y artesanía inglesa.

Destacan también un atril en bronce macizo con la soberbia figura de un águila, placas recordatorias en igual material dispuestas en los muros perimetrales de ladrillo a la vista (hoy pintados) y los vitrales ubicados en lo alto para producir una atmósfera particular con la entrada de luz exterior. Por fuera, se aprecia como punto más alto del conjunto el campanario octogonal que soporta la cruz metálica y está montado sobre la cumbrera del techo.


Casa del Estudiante
En diversos puntos de la extensa trama urbana se encuentran también algunas fachadas de gran valor, una de las cuales puede observarse en San Luis 613/615, hoy Casa del Estudiante de Alcorta (Santa Fe). Ventanas y puertas con arcos ojivales propios del lenguaje medieval y la fuerte cornisa superior más el remate con un balcón central en el punto más alto, complementado con los dos ubicados en primer piso, son sus rasgos más destacados. Contiene un gran escudo contrastando con el fondo de ladrillos vistos rojos y su iconografía resaltada por un león alado y la leyenda "A. MCMXXIII" que denota su año de construcción (1923), más las iniciales "L.P.D", seguramente pertenecientes a su propietario original.

A la vuelta, en Juan Manuel de Rosas 1015, una monumental fachada de cuatro pisos con algunos detalles eclécticos, denota su pertenencia al estilo inglés. La oposición entre un cuerpo saliente a la izquierda y un balcón recedido a manera de vacío a la derecha, son sus rasgos principales. Su piel se expresa como un diálogo entre el ladrillo visto y el material de frente, de igual manera en que lo hace la comentada Casa del Estudiante de Alcorta.


Balcón para Julieta
La fachada de Estanislao Zeballos 1531/33/37 es posiblemente la más exuberante de la ciudad. Su teatral fachada teñida de eclecticismo muestra el contrapunto de sus balcones y un magnífico portal superior con uno más pequeño en su centro que pareciera ser el escenario perfecto para que una melancólica Julieta urbana se asome esperando a su Romeo en esta obra del arquitecto M. Gallachi y el constructor E. Naidich, cuyo mejor momento de observación es en invierno, cuando los árboles se han despojado de su follaje.

En Sarmiento 1831/33/37, con planta baja y dos pisos altos, el ladrillo a la vista y el material de frente repiten su juego y contienen a puertas y ventanas ojivadas, coronando su punto más alto a nivel de terraza con otro llamativo portal en el que se inserta una hornacina rehundida ocupada en estos días por un poético hornero que ha instalado allí su nido, demostrando su habilidad de consumado constructor en las alturas. No falta aquí el consabido escudo nobiliario flanqueado por fieros leones.

Para completar el panorama y sus variedades formales y expresivas, es interesante contemplar el conjunto de viviendas resueltas en planta baja y alta, ubicadas en la intersección de Sarmiento y Tucumán, ochava noreste y prolongaciones por ambas calles. Comparado con los ejemplos anteriores, es este el más sintético y contenido en cuanto a sus detalles constitutivos, no obstante se expresa con interesantes complementos pertenecientes al estilo Tudor, y especial destaque de los arcos que coronan sus aberturas. Una verdadera joya urbana.

Pero es la resolución de la ochava con su visualmente poderoso voladizo que nace en el primer piso y recorre toda la altura de esta obra el momento de mayor fuerza expresiva respecto de su inserción en este rincón de nuestra urbanidad.

Se han señalado ejemplos de introducción en el tema que de ninguna manera agotan las presencias en el patrimonio local. Los hay en número importante y se distribuyen en sitios de la planta urbana que sólo esperan ser descubiertos para narrar con toda su potencia momentos de nuestra historia construida.

(*) Arquitecto

[email protected]
enviar nota por e-mail
contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
La casona de Rosas 1015 conserva su fachada inglesa.

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados