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 domingo, 05 de diciembre de 2004  
Lo que vendrá. La legislatura forzaría cambios a la norma promulgada recientemente por Obeid
El nuevo sistema electoral promete otro carnaval de boletas y confusión
Dudas sobre obligatoriedad y validez del voto, conformación del registro y oficialización de listas y candidaturas

Jorge Sansó de la Madrid / La Capital

La extrema tensión de largos meses de discusión condicionó la promulgación del nuevo régimen electoral de la provincia a un festejo tan discreto que apenas pudo disimular la sensación de alivio subyacente. La ley 12.367, que el gobernador promulgó el miércoles pasado, no sólo derogó el sistema de doble voto simultáneo que rigió desde 1991 e instauró en su reemplazó el sistema de internas, abiertas, simultáneas y obligatorias, sino que abrió varios interrogantes que, por ahora, permanecen ajenos al conocimiento de la ciudadanía.

Hasta los propios autores de la norma (léase la Casa Gris) admiten "que así como está la nueva ley no puede aplicarse". La oposición ya elabora proyectos para su modificación. Unos y otros, tanto los que están a favor como los que la miran con desconfianza, dudan que el anhelado presupuesto de mayor transparencia esté del todo asegurado.


Un gran desconocimiento
Las virtudes y defectos de la ley de lemas fueron tan pregonados a diestra y siniestra que se suponen por todos conocidos aunque ello importe un serio error de análisis. Los sondeos y encuestas que mostraron la unánime aversión de la población a esa norma revelaron, de igual modo, que un asombroso porcentaje desconoce hasta el día de hoy cómo era su sistema. Por ende, no hay que hacerse ilusión alguna de que la ley de primarias abiertas sea cosa conocida por muy cansadores que hayan resultado los doce meses de meneo a que fuera sometida en los vaivenes del sedazo legislativo que pasó, casi, a modo de borra.

Pasado mañana, cuando el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, se reúna por primera vez con los dos asesores que convocó para redactar el decreto reglamentario de la ley Nº12.367 se iniciará un proceso tan o más importante que la misma sanción de la ley. Es que el nuevo régimen electoral tiene demasiados claroscuros que mueven a la prudencia más extrema y se corre el riesgo de que en su inminente debut en las legislativas de octubre del 2005 se desacredite rápidamente.

Las lagunas legales no sólo pasan por la obligatoriedad que fija la norma y sobre la que la oposición puso, sin éxito, el grito en el cielo durante las discusiones legislativas. Los radicales preparan un proyecto de ley para reformarla en ese aspecto. Las modificaciones se extienden, además, a la conformación del registro electoral, la validez del voto en las primarias, los requisitos de la oficialización de listas y candidaturas, las competencias de las juntas electorales partidarias y la capacidad de hecho y de derecho del organismo electoral provincial de contralor, entre otros aspectos.


Los interrogantes
Pero, ¿qué es el sistema de internas primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias que provoca tantos interrogantes?

Hasta las últimas elecciones, los santafesinos, aun los muchos que no lo han sabido, votaron cada vez resolviendo dos cuestiones a la vez: la interna de cada partido y las autoridades. Por eso la ley de lemas se llamó de doble voto simultáneo: se elegía un sublema que era el que llevaba candidatos de una corriente interna partidaria y, a la vez, se optaba por ese partido, con un menú complicado que permitía alianzas entre sublemas y entre sublemas y lemas.

Ahora con la nueva ley se elegirá lo mismo pero en dos elecciones separadas. La primera o "primaria" se hará entre 60 y 90 días antes de la elección "general". En esta "interna primaria" se presentarán por cada partido todos los precandidatos que quieran resultar electos candidatos por ese partido para después, en condición de tales, poder participar de la general. Los candidatos no podrán ir en más de un boleta ni presentarse para más de un cargo, como sí lo permitía la ley de lemas.

A diferencia de las internas partidarias que existían en los 80, éstas serán "simultáneas": se harán todas juntas, en todos los partidos políticos sin importar que en alguno haya lista única. De ella deberán tomar parte todos los ciudadanos, sean o no afiliados.

De todos los aspectos aún dudosos en la nueva ley, de los cuales la mayoría son de carácter técnico, éste último es el que tendrá una incidencia directa en el ánimo de los ciudadanos.

No sólo porque los obliga a participar de una interna partidaria quieran o no, a menos que con anterioridad realicen un trámite ante la autoridad electoral para expresar su negativa a hacerlo. Si no lo hicieren, estarían incumpliendo la obligación legal de una carga pública. Pero un dato activa las reservas: el festival de boletas que se quiso eliminar derogando los lemas acá se vuelve a hacer presente.

Aquellos ciudadanos que se han quejado reiteradamente de lo trabajoso que era ingresar a un cuarto oscuro y enfrentarse a miles de boletas con miles de candidatos (en la última elección hubo 44 mil, uno cada 51 santafesinos), ahora deberán concurrir al cuarto oscuro de una interna en la que estarán las boletas de los precandidatos de todos los partidos.

¿Qué pasa si un afiliado a un partido político pone dentro del sobre destinado a ese partido la boleta de otra fuerza?, ¿se computa válido ese voto?, ¿si es así, se lo considera favorable al partido de la boleta o al del sobre? ¿Cómo hace un votante independiente para diferenciarse de uno afiliado? ¿Cómo hace un afiliado para asegurarse que vota al candidato que desea de su partido?


Sin resolución
Estas dudas, que fueron debatidas, no pudieron ser resueltas en Diputados y, ya se sabe, los senadores ni siquiera miraron la norma.

Confome a los plazos estipulados, en la última semana de julio o en la última de agosto de 2005, los santafesinos deberemos enfrentarnos por primera vez con un cuarto oscuro de una interna primaria, abierta, simultánea y obligatoria. Los meses que restan hasta entonces deberían ser usados para armonizar la nueva ley a las demandas de la sociedad.
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