| domingo, 05 de diciembre de 2004 | A Argentino lo salvó la Nona El delantero Rosales anotó el 2 a 1 ante Flandria cuando se jugaba el segundo minuto adicional Mariano Bereznicki / La Capital En la estocada final le quitaron el respirador artificial. Argentino estaba en terapia intensiva. Su estado era reservado. A pesar de la adversidad que lo envolvía denotaba una gran fuerza interior. Los distintos estudios y opiniones reflejaban que estaba para el cachetazo. Pero por esas cosas inexplicables que tiene el fútbol, todos los salaítos terminaron festejando en casa el segundo triunfo al hilo. Aunque a decir en verdad, al albo lo salvó la Nona. Es que Víctor Hugo Rosales estampó el 2 a 1 cuando se disputaba el segundo minuto adicional al tiempo reglamentario. Más allá de la victoria, la labor exhibida por los anfitriones ante Flandria, fue patética.
A poco y nadie le importará por estas horas si el equipo que orienta Víctor Comisso jugó uno de los peores partidos en todo el campeonato. La descoordinación fue el común denominador en la soleada tarde sabatina en barrio Sarmiento.
De entrada se percibía que cada una de las líneas de Argentino estaban en órbitas diferentes. Los cuatro del fondo no aportaban seguridad ni mucho menos proyección. El medio, pese a la parcimonia de los canarios, aportaba poco y nada. Y delantera no podía vulnerar a una estática línea de tres hombres, que alternaban más desaciertos que aciertos.
En fin, el salaíto no generó una sola situación seria de riesgo en todo el primero acto. Pero Flandria también aportó lo suyo: no llegó nunca con peligro a Andrada.
Aunque en el inicio del complemento, el representativo de Jáuregui causó conmoción en el Olaeta. En la primera incursión por campo albo abrió el marcador. ¿La fórmula? Tiro de esquina, Andrada tuvo un acto fallido, a pesar de que después manifestó que lo empujaron, y Claudio Pérez, con un débil cabezazo, decretó el 1 a 0 para sorpresa de propios y extraños.
Fue entonces que la presión comenzó a bajar de la tribuna salaíta y empezó a notarse en los jugadores, quienes acudieron a la voluntad para suplir la falta de ideas tácticas.
Pero no había caso, Argentino seguía jugando muy mal. Más allá de eso, pasada la media hora tuvo dos o tres chances para nivelar las acciones. Pero recién a los 34 minutos pudo igualar vía un zapatazo de Rodrigo Maldonado.
Y cuando el empate pintaba como una fija, en el segundo minuto adicionado, se dio una jugada lenta pero efectiva. La Nona Rosales la luchó y, luego de un rebote, pudo meter el remate para hacer descargar toda la euforia en el pueblo salaíto, que terminó festejando el segundo triunfo en casa consecutivo y sigue engordando su flaco promedio.
La alegría desbordaba por las viejas paredes del Olaeta. Pero los que tenían los pies sobre la tierra, masticaban un poco de bronca porque, de haber sido otro el rival, seguro que el resultado también habría sido otro. Síntesis Argentino 2: Andrada 5; Ordóñez 4, Torrico 4, Bassani 5 y Ledesma 5; Raschetti 5, J. Sánchez 4 (36’ Ibáñez 6), Rubio 4 y Juan Díaz 4 (67’ Maldonado 5); S. Sánchez 5 y G. Formica 5 (56’ Rosales 5). DT: V. Comisso.
Flandria: Kippes 5; Escalada 5, Mainetti 4, Sala 4 y Ojeda 3 (60’ Jara 4); Pighin 5, C. Pérez 3, La Pena 4 y F. Maldonado 5 (63’ Trinidad 4); Ferreras 5 y Katip 5 (83’ La Fuente). DT: De Sarrasqueta.
Estadio: José Olaeta.
Arbitro: Alejandro Derevnín (6).
Goles: 48’ C. Pérez (F), 79’ R. Maldonado (A) y 90’ Rosales (A).
Incidencias: No hubo.
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