| domingo, 05 de diciembre de 2004 | Raúl Rivero: en Cuba no habrá cambios mágicos El escritor recientemente liberado dice que el régimen salió ganando con la ola represiva de 2003 La Habana. - Tras haber recuperado su libertad, el escritor cubano disidente Raúl Rivero espera poder caminar por esta ciudad sin prisas y sin rumbo, escribir un par de libros y vivir sin dejar de expresar sus opiniones.
Liberado esta semana tras 20 meses de cárcel, el escritor nacido en Camagüey en 1945, fue uno de los 75 disidentes detenidos en 2003 bajo acusaciones de colaborar con Estados Unidos para socavar al gobierno.
Este año, las autoridades han excarcelado a 13 presos de ese grupo por problemas de salud, seis de ellos esta semana. "Tengo la impresión de que ese proceso va a seguir", pues el gobierno pretende mejorar su imagen, dijo Rivero a The Associated Press.
Las excarcelaciones de estos activistas obedecen a un complejo conjunto de factores y negociaciones internacionales, declaró el escritor, que durante años fue periodista de medios oficiales hasta que rompió con éstos en la década pasada. Tras las detenciones, la Unión Europea impuso restricciones a su ayuda a la isla, pero el español José Luis Rodríguez Zapatero, logró quebrar la unanimidad europea sobre el tema y se pronunció por el diálogo.
Para Rivero, las presiones iniciales y el posterior gesto negociador contribuyeron a las excarcelaciones. Sin embargo no espera una apertura en el sistema de la isla y considera que el gobierno tuvo sus triunfos de esta contienda. El encarcelamiento masivo del año pasado, "fue un golpe a la oposición interna y al periodismo independiente", manifestó Rivero.
A la pregunta de por qué fueron tan pocos los que defendieron en Cuba a los disidentes condenados, el ex preso contestó que "las estructuras de la sociedad son muy cerradas, hay mucho control", y que además, en los cubanos influye "el miedo". "Pero sí creo que ha habido progresos muy lentos hacia zonas que uno no esperaba", indicó. Un ejemplo fue la aparición de las "damas de blanco", un grupo de esposas de disidentes presos. Hasta entonces, los familiares de los detenidos temían involucrarse.En los próximos años habrá también movimientos "lentos" de apertura, pronosticó Rivero, pero añadió: ``No creo que los cambios sean mágicos".
Una y otra vez el poeta niega tener las vinculaciones con Washington que le imputó el gobierno cubano. "En el juicio me hubiera sido favorable hablar mal de los norteamericanos, es una especie de deporte nacional. Trabajo para ser lo más libre posible y no me voy a dejar influenciar para hablar mal de ellos".
Sin embargo, no oculta una opinión crítica acerca de la representación de Washington en la isla: "Mi visión desde aquí adentro es que (la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana) podría tener una actividad más mesurada". Rivero prefiere mirar hacia el futuro: aunque tiene ofertas para emigrar, no quiere hacerlo, desea escribir y disfrutar de la tierra que lo vio nacer. (AP) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Raúl Rivero, ayer en su casa de La Habana. | | |