| domingo, 05 de diciembre de 2004 | Yoga científico: Vivir en armonía Muchas personas se preguntan qué es el yoga científico. En principio es un estado de bienestar y de armonía en los tres planos existenciales: mente, cuerpo y espíritu; y científico porque es una ciencia, y como ciencia permite investigar, actualizarse y adaptarlo a las necesidades de la sociedad.
El yoga científico se basa en la psicología y en la psicosomatología (porque lo que enferma al cuerpo es la mente). Se fundamenta especialmente en la respiración, tomandola como esencia de vida y con un concepto claro de su funcionamiento. La respiración corresponde al sistema respiratorio en donde el órgano más importante es el pulmón, y el músculo que se moviliza el diafragma.
Si hablamos de salud, debemos estar preparados para inducir a un conocimiento científico donde el respirar correctamente mejora, renueva y optimiza todas las células del cuerpo. No es posible que aquellos que están al frente de grupos terapéuticos en distintas áreas no conozcan el funcionamiento de la respiración, y lo alteren con conceptos poco claros.
En esta práctica se prepara al instructor para inducir y corregir a los practicantes (no como modelo de la clase). Cuando se trabaja de este modo, los practicantes están copiando lo que hace el instructor, y por lo tanto no perciben el beneficio en su propio cuerpo. Esta metodología científica apunta a que el practicante pueda recibir información, y desarrollar una escucha activa para poder entender y coordinar adecuadamente los distintos segmentos corporales.
Este entrenamiento permite que la mente trabaje coordinadamente con el cuerpo y que no esté disociada como pasa cuando se mira al otro. La observación constante del instructor permite corregir y adecuar las posturas de acuerdo a las necesidades de cada uno. No se trabaja con rutinas porque estructuran y la mente se distrae: las clases son variadas y dinámicas pasando por posturas de equilibrio, elongación, fuerza, flexibilidad y movimientos libres siempre con la consigna de respirar adecuadamente en cada postura. La concentración se logra a través del proceso de aprendizaje de pensar, sentir y disfrutar el cuerpo logrando hacer un insight para lograr lo cambios necesarios.
La ventaja de la relajación es que tan pronto se comienzan a practicar todas estas técnicas, se toma conciencia de cuáles son las partes del cuerpo más propensas a la rigidez y al dolor. Esto ayuda a mantenerse alerta respecto a los factores que podrían generar tensión: el porte, la indumentaria, el ambiente laboral, el hogar o la manera en que se utiliza el cuerpo.
A medida que la práctica permita darnos cuenta que el cambio comienza en cada uno, se comprende que la meditación también resulta importante porque es un mecanismo innato que todos tenemos pero que no siempre encontramos: una capacidad universal y un don natural que se puede activar y usar.
Ada Lamboy enviar nota por e-mail | | |