| domingo, 05 de diciembre de 2004 | Confirman la existencia de sacrificios humanos en la antigua Teotihuacan El misterio envuelve a la primera gran metrópolis mexicana. Todavía no se sabe quiénes la erigieron El descubrimiento de una tumba en la antigua ciudad de Teotihuacan, en México, comenzó a despejar las dudas sobre la cultura militar de la orbe y entusiasma a los arqueólogos, aunque el misterio sigue envolviendo a la primera gran metrópolis del hemisferio norte.
Pese a que hace ya dos siglos que los arqueólogos empezaron a excavar en Teotihuacan, se desconoce aún quién construyó y gobernó esa ciudad, contemporánea al imperio romano. Tampoco se conoce qué lengua hablaban sus habitantes ni la causa de su caída entre el siglo VII y X después de Cristo, antes de la llegada de los conquistadores españoles.
Pero el reciente descubrimiento de los restos de doce personas sacrificadas, en una tumba en el centro del quinto nivel de la famosa Pirámide de la Luna, uno de los principales monumentos de Teotihuacan, hizo renacer las esperanzas de saber más sobre esta civilización y provocó el desconcierto por los nuevos elementos hallados.
Al contrario de lo que se pensaba, que se trataba de una cultura pacífica, el militarismo habría reinado en la ciudad, dicen los investigadores.
La tumba, realizada en el apogeo de la metrópolis, muestra diez de los cuerpos decapitados, con las manos atadas tras la espalda, junto a unas ofrendas y animales que, según se cree, representaban a los guerreros en la cultura teotihuacana.
Terrorífico "Es difícil creer que el ritual consistió en actuaciones simbólicas y limpias, es más probable que la ceremonia haya creado una escena horrible de derramamiento de sangre con sacrificios de gente y animales", dijo el arqueólogo japonés Saburo Sugiyama, citado en un informe difundido ayer por la Universidad de Arizona. "Debe haber sido uno de los actos más terroríficos registrados arqueológicamente en Mesoamérica", agregó el arqueólogo.
En el centro de la tumba se halló una ofrenda que contiene una figura humana de mosaico, con características únicas del arte mesoamericano, lo que dejó sorprendidos a los arqueólogos por sus lazos con otras culturas de la zona, además de cuchillos y figuras de obsidiana.
Los restos fueron hallados por Sugiyama, profesor de la Universidad Achi de Japón y de la Universidad Estatal de Arizona, y el mexicano Rubén Cabrera, del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.
La todavía imponente Teotihuacan está ubicada a unos 50 kilómetros de la actual ciudad de México. Según los historiadores, cuando los aztecas llegaron en el siglo XV a esa ciudad con avenidas de hasta cinco kilómetros de largo, sembrada de palacios y perfectamente trazada, ya estaba desierta. (Télam) enviar nota por e-mail | | Fotos | | La ciudad, contemporánea del imperio romano, muestra evidencias de muertes rituales. | | |