 | | martes, 30 de noviembre de 2004 | El integrante de la patota de Feced está imputado por varias decenas de crímenes de lesa humanidad La Justicia dictó el procesamiento del represor y ex policía Lo Fiego El juez Vera Barros lo imputó por 17 privaciones ilegítimas de libertad, 44 casos de tortura y tres desapariciones Javier Felcaro / La Capital El detenido ex policía José Rubén Lo Fiego, alias El Ciego o Mengele, fue procesado ayer por el juez federal subrogante Carlos Vera Barros en el marco de la reactivada causa Feced, que engloba el accionar de la represión ilegal en Rosario durante la última dictadura militar.
Vera Barros le imputó a Lo Fiego el delito de privación ilegítima de la libertad agravada por violencia y amenazas en 17 casos, en concurso real por torturas en 44 ocasiones (Ana María Ferrari y Olga Cabrera de Hansen, entre otros), y seguido de desaparición forzada de personas en 3 casos (Alberto Tion, Oscar Bouvier y Ruth González).
Además, el magistrado le impuso al sindicado represor, quien permanece arrestado en el Destacamento Móvil 2 de Gendarmería Nacional, un embargo de 30 mil pesos.
Lo Fiego se había entregado el 8 septiembre pasado en la delegación Rosario de la Policía Federal, luego de que el entonces juez federal Nº4 Omar Digerónimo ordenara su captura de la mano de la reapertura del voluminoso expediente.
Lo Fiego es un oscuro ícono de la llamada patota de Agustín Feced, el comandante de Gendarmería y ex jefe Policía que condujo la represión ilegal mediante un grupo de tareas que entre 1976 y 1979 actuó con total impunidad (integrado por policías y civiles captados entre los detenidos), bajo el control operacional del II Cuerpo de Ejército.
Señalado como el líder de los torturadores del centro clandestino de detención El Pozo (el sótano de la ex Jefatura de la Unidad Regional II donde funcionó el Servicio de Informaciones), Lo Fiego había ingresado a la fuerza en 1972. Tiempo después, como oficial auxiliar, se incorporó a la patota.
Fue arrestado en agosto de 1984 acusado de secuestros, torturas y la desaparición de personas pero, beneficiado por la ley de obediencia debida, terminó desprocesado en junio de 1987.
Un ascenso cuestionado Paradójicamente, luego lo ascendieron a comisario principal aunque a fines de 1998 fue pasado a disponibilidad por el gobierno santafesino junto al también detenido Mario Marcote (alias El Cura) y el ex comisario inspector Carlos Dippy Moore, entre otros.
El 9 de septiembre, Lo Fiego había rechazado los cargos en una maratónica declaración indagatoria: se tomó unas once horas para darle su versión a la Justicia.
Fue un trámite judicial inédito, si se tiene en cuenta que la mayoría de los acusados por crímenes de lesa humanidad se abstuvo de someterse al interrogatorio del magistrado.
El ex policía declaró hecho por hecho, refutando cada una de las acusaciones e insumiendo el anverso y el reverso de unas 30 páginas. Sí aportó nombres y apellidos de superiores, subordinados y denunciantes en su contra.
Paralelamente, la reapertura de la causa Feced fue desencadenando la salida a la luz de numerosos testimonios desconocidos, muchos de ellos centrados en la figura de Lo Fiego.
El ex policía protagonizó un par de ampliaciones de la indagatoria en las que volvió a usar como estrategia de defensa los argumentos esgrimidos hace 17 años ante la Justicia: la reivindicación de la picana eléctrica o la desmentida de algunos de los muchos testimonios que lo apuntan.
En esa ocasión también hizo referencia a Nilda Folch (alias La polaca), desde el viernes el primer civil procesado en la causa, reavivando la controversia por aquellas personas que actuaron como colaboradores o entregadores (médicos y personal universitario, entre otros). enviar nota por e-mail | | Fotos | | Lo Fiego es uno de los íconos de la represión. | | |