| domingo, 28 de noviembre de 2004 | Aumentos y campañas no lograron reducir el consumo de cigarrillos Ante este panorama, desde la Nación aseguran que hay que incrementar "aun más" el precio de los atados Carla Rizzotto-Laura Vilche / La Capital El mensaje de "fumar es perjudicial para la salud" se reproduce en los paquetes de cigarrillos y el de "prohibido fumar" en carteles y hasta en folletos. El precio de los puchos aumenta progresivamente (cada vez se los carga con más impuestos), tanto como las multas a quienes pitan en un lugar no permitido. Sin embargo, estas medidas parecen no surtir efecto: el consumo de tabaco se mantiene en la provincia de Santa Fe en los últimos siete años. Ante este panorama, el subsecretario de Programas de Prevención y Promoción para la Salud de la Nación, Andrés Leibovich, aseguró que "hay que aumentar aún más el precio de los cigarrillos y no sólo los impuestos. Que acá cueste un paquete apenas 3 pesos mientras en el exterior sale 7 dólares, es una risa" (ver página 4).
La propuesta de Leibovich no es menor si se tiene en cuenta que es el responsable de dirigir las campañas antitabaco que implementa el gobierno de Néstor Kirchner y la mano derecha del ministro de Salud de la Nación, Ginés González García.
El consumo de tabaco en la provincia fue analizado por el director del Programa de Control de Tabaquismo de Santa Fe, Carlos Candioti, quien estima que un tercio de los santafesinos son fumadores activos. Unas 800 mil personas que sumadas a los fumadores pasivos conforman prácticamente una población igual a la de toda la ciudad de Rosario. Y algo más: la edad de inicio es de 13 años.
Las cifras de consumo que maneja el programa provincial de tabaquismo se refuerzan con los datos que brinda la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Las estadísticas revelan que desde el 98 al 2004, la venta anual promedio de paquetes de cigarrillos (de 20 unidades) en Argentina oscila en los casi 1.900 millones. Lo que implica más de 5 millones de atados por día fumados en su mayoría por varones en edad activa (46 por ciento) y mujeres de la misma franja (35 por ciento). Claro que los adolescentes no se quedan atrás: según Salud de la Nación, el 60 por ciento fumó alguna vez y cada día debutan 500 de ellos.
Los quiosqueros del microcentro de Rosario son también una fuente confiable: coinciden en que la aplicación de mayores impuestos a los cigarrillos no provocó una caída en las ventas.
"El vicioso, por más que no tenga plata, hace lo que sea para comprar un pucho", opinan. Y hasta sostienen que ya se instaló una nueva tendencia: los consumidores más apretados por el bolsillo cambiaron las marcas de siempre por otras más baratas, con las que ahorran hasta 1,20 peso por atado (ver página 4).
"Ultimamente vendo nueve cartones (cada uno contiene 10 atados) de Marlboro común contra seis de CJ de la cooperativa de tabacaleros jujeña", precisó José Pérez, dueño del quiosco de Santa Fe 1292.
30 multas antipucho por mes En agosto pasado, la Municipalidad lanzó un Plan de Prevención de Tabaquismo. La iniciativa, encabezada por el intendente Miguel Lifschitz, fue presentada días después de que un chico de 10 años (Kevin) reprendió a un chofer de la línea 146 por fumar en el colectivo.
El plan incluye cursos para dejar el cigarrillo, la prohibición de fumar en las oficinas municipales y controles y aplicación de multas en los negocios que no respetan las ordenanzas. Desde que en septiembre comenzaron a regir las sanciones y se labraron hasta hoy en promedio 30 multas mensuales, fundamentalmente en bares y restaurantes que no destinan el 70 por ciento de sus locales al sector no fumadores.
"El monto de las multas fue en su mayoría de 150 pesos, por tratarse de la primera sanción", aseguró el titular del Tribunal de Faltas municipal, Gustavo Lucini, quien agregó que los dueños se excusan al decir que les resulta muy "odioso" pedirle a un cliente que no fume.
Desde la Dirección de Inspección municipal se dieron detalles de los relevamientos por los locales gastronómicos. Sólo en un mes, se visitaron 378 comercios de toda la ciudad; el 15 por ciento de ese total no acataba las medidas (por lo tanto se labraron actas de infracción), en un 25 por ciento se reforzó la distribución de folletería y el 60 por ciento restante cumplía la reglamentación.
La ordenanza 6.631 aprobada en el 98 prohíbe fumar en discotecas para menores de 18 años, cines, teatros, salones de entretenimientos, ciberjuegos, videojuegos, circos y salas de juegos infantiles. La norma antitabaco también se aplica en todos los locales de atención al público cuya superficie sea menor a los 40 metros cuadrados.
Para la presidenta de la sede local de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (Lalcec), Isabel Amuchástegui, los controles en bares y restaurantes no han pasado desapercibidos. "Antes ni se colgaban los carteles de prohibido fumar. Al menos ahora se los ve y se le pide a la gente que fuma que se siente en el lugar de fumadores. Y los taxistas preguntan «¿le molesta el cigarrillo?» y si uno responde que «sí», lo apagan".
De todos modos, para Amuchástegui la batalla más difícil en la pelea por el aire sin humo de cigarrillo se da en el ámbito universitario. "En las aulas de las facultades, docentes y alumnos aún siguen fumando", sostiene.
Un 0800 de la Nación El municipio puso en marcha su propio plan de prevención poco tiempo después de que el Ministerio de Salud de la Nación (que adhirió en el 2000 a un convenio marco para el control del tabaco con la Organización Mundial de la Salud) encarara una política para disminuir el consumo de tabaco en el país.
"Dejo hoy de fumar" es el nombre del programa que incluye una línea gratuita (0800-222-1002) que funciona de lunes a viernes, de 9 a 22, y sábados,de 10 a 16, con consejeros que ayudan a dejar la adicción. A esto se suma un concurso que invita por segunda vez a los argentinos a no prender un cigarrillo durante un mes (en el que el rosarino Eduardo Baccaro llegó a la final).
(Continúa en página 4) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Desde septiembre se labran en promedio 30 multas mensuales en locales que no destinan un lugar para los no fumadores. | | |