Show de fauna marina

Excursiones náuticas de avistaje de ballenas desde Puerto Pirámides. Los cetáceos emigran el mes que viene

"Maravilloso". El calificativo se escucha muchas veces y en los más variados idiomas cada vez que el animal se acerca a la embarcación. Es un ejemplar de ballena franca austral, unas 40 toneladas que sólo se imaginan a partir de ver -en momentos sucesivos- callosidades, lomos y aletas. Un espectáculo que colocó a Puerto Madryn y Península Valdés en la agenda de los viajeros internacionales y que se repite año a año, de junio a diciembre, en los golfos Nuevo y San José.

En plena temporada las ballenas se exhiben sin pudor por las costas de Madryn, especialmente en el área natural protegida de El Doradillo, a 15 kilómetros del centro de la ciudad.

Hasta allí llegan para aparearse, parir y enseñar a nadar a las crías. Desde Madryn o El Doradillo, las ballenas se observan en su entorno natural, muchas veces a pocos metros de la costa. Para acercarse más a estos animales hay que llegar a Puerto Pirámides, punto de partida de las excursiones náuticas de avistaje de ballenas y otras especies de aves y mamíferos marinos. Seis empresas están autorizadas para hacer estos recorridos que cuestan entre $40 y $50. Todas siguen instrucciones estrictas: sacar una embarcación al agua por vez y respetar los vientos.

"El avistaje de naturaleza exige tiempo y paciencia", explican los guías de las excursiones. Sin embargo, con sólo navegar 10 minutos ya se puede tomar contacto con los primeros ejemplares. En este punto valen algunas aclaraciones. Las empresas de turismo suelen llevar hasta Pirámides sus contingentes por la mañana, por lo cual las embarcaciones salen repletas de personas y los avistajes son más cortos.

Conviene embarcar por la tarde, después de recorrer la península. Es que si bien las ballenas francas son los animales más famosos de Valdés que según las estadísticas atraen por año unas 100 mil personas (casi la mitad extranjeros), no son los únicos animales marinos que llegan a esta área natural protegida, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad.

A 70 kilómetros de Pirámides se encuentra el faro de Punta Delgada, un hotel de campo ubicado frente al Atlántico que en sus playas reúne una de las mayores concentraciones de elefantes marinos a las que se puede acceder sólo en compañía de guías especializados y grupos reducidos. Estos animales llegan a la península entre agosto y marzo para reproducirse.

Hacia el norte y también sobre el Atlántico se encuentra Caleta Valdés, otro apostadero de elefantes marinos y zona preferida por las orcas para alimentarse. Se puede contemplar el lugar desde un mirador con binoculares o descender el acantilado por una escalera que permite acercarse al apostadero de elefantes marinos.

En el extremo norte de la península se encuentra Punta Norte, un sitio donde además de elefantes marinos se pueden observar lobos marinos de un pelo, que se concentran en mayor cantidad desde diciembre hasta abril para reproducirse. Y, también aquí hay orcas merodeando. El lugar cuenta con un centro de interpretación y senderos explicativos.

A 17 kilómetros de allí se encuentra la estancia San Lorenzo, con unos 4 kilómetros de costa sobre el golfo San Matías, donde existe una de las colonias más grandes de pingüinos magallanes, la otra está a 107 kilómetros de Madryn y es el área natural protegida de Punta Tombo.