| domingo, 14 de noviembre de 2004 | Puerto Madryn: Vacaciones ecológicas Ubicada a 1.400 kilómetros de Rosario, la ciudad chubutense es ideal para los viajeros que prefieren descansar en un destinoalternativo. Avistaje de ballenas en Puerto Pirámides, visita a pingüineras y tardes a pleno sol en playas protegidas por acantilados Carina Bazzoni / La Capital Con un justo equilibrio entre paisajes naturales y desarrollo de servicios para los turistas, resulta inevitable que Puerto Madryn se convierta en un destino a tener en cuenta durante estas vacaciones. Atractivos no le faltan: su zona urbana suma 3 kilómetros de playa con abundante arena y en verano la temperatura supera los 30º a lo que se suma la posibilidad de avistar todo tipo de fauna marina y realizar buceo, windsurf, kayak o turismo rural.
Situada a unos 1.400 kilómetros de Rosario, en la provincia de Chubut, Madryn es una ciudad larga y angosta que creció recostada sobre la orilla del mar. A diferencia de las costas expuestas del Atlántico, sus aguas son tranquilas y -como les gusta advertir a los madrylenses- se mantienen durante todo el año unos grados por encima de las de Mar del Plata.
Así, de no ser por el viento que insiste en recordar su ubicación patagónica, las jornadas de playa pueden prolongarse hasta entrada la tarde, ya que en verano el sol puede permanecer en el horizonte hasta las 20.
Clavados en la arena, 8 balnearios ofrecen todos los servicios: guardavidas, alquiler de carpas y sombrillas, baños, comidas rápidas y restaurantes. Cada una tiene su perfil: Yoaquina, una de las más céntricas es también la preferida por las familias y tiene una excelente cocina, mientras que más al sur está Na Praia, salida obligada para un variado menú de actividades de aventura, entre elllas caminatas, bicicleteadas, paseos náuticos o campamentos. A metros de allí está el Rancho Cucamonga que abre también de noche para bailar en la playa.
Pero más allá de las diferencias de cada balneario todos promueven una actividad de la cual Madryn se convirtió con toda justicia en capital nacional: el buceo. En las transparentes aguas del golfo hay distintas posibilidades para fisgonear el fondo marino: están los bautismos para principiantes, buceo profundo, inmersiones nocturnas y salidas para visitar sitios donde hubo naufragios o arrecifes naturales.
Parques submarinos Los parques submarinos y lugares de buceo suman una decena. En la zona sur de la ciudad, a 300 metros de la costa, se encuentra Punta Cuevas, un parque ideal para principiantes con pequeñas restringas, estrellas de mar, meros, turcos y pequeños pulpos. Como la profundidad máxima promedia los 7 metros, cuando hay buena visibilidad el lugar también permite la práctica de snorkel. Los más atrevidos pueden elegir entre parques formados a partir del hundimiento de buques o carrocerías de vehículos que alojan gran cantidad de peces, distintos tipos de algas, erizos, pólipos y moluscos.
Si bien la actividad que propone el mar es intensa, las postales que ofrece la ciudad no son menos valiosas. Las empresas de turismo ofrecen varios city tours, pero la mejor forma de recorrerla es, sin duda, a pie. Una caminata por sus calles prolijas y limpias puede resultar un buen paseo. El centro se articula sobre un bulevar costero donde se puede encontrar un pequeño shopping y numerosos negocios que ofrecen artesanías, souvenires, buenos tejidos y ropa de cuero.
Esta zona es también terreno de buenos restaurantes que satisfacen los paladares más exigentes. Las especialidades son dos. Tratándose de una ciudad marítima hay pescados y mariscos en cantidad, y por ubicarse en el sur del país, también dice presente el cordero patagónico y los ciervos y jabalíes ahumados.
Después de la cena la propuesta es tranquila: casino y bingos, pubs donde se puede escuchar algún grupo de música y también bailar. Todos ofrecen exquisitas comidas y, en esto, Margarita hace punta. Los miércoles sirven menús étnicos que incluyen platos, ambientación y hasta mozos disfrazados.
Pero antes que caiga el sol se puede recorrer la zona de la terminal de ómnibus y encontrar las construcciones más antiguas de la ciudad. La primera estación de ferrocarril donde se planea alojar al Centro de Estudios Históricos de la ciudad; la primera casa de dos plantas que tuvo Madryn, que el comerciante Agustín Pujol inauguró allá por 1920 y donde actualmente funciona el Museo Provincial Oceanográfico y de Ciencias Naturales; y en la ochava opuesta la antigua casa del gerente del ferrocarril, típica construcción inglesa de principios de siglo completamente restaurada, no así las viviendas que servían a los empleados.
En la costanera vale la pena caminar por el muelle Luis Piedrabuena, hasta donde arriban los cruceros que llegan a la ciudad, y cinco cuadras hacia el sur visitar el Museo de Arte Moderno, "el más austral del mundo", como lo presentan las guías turísticas. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Puerto Madryn tiene tres kilómetros de playa. | | |