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 domingo, 14 de noviembre de 2004  
La misión. Controvertida declaración formal de Hu Jintao y Lula en Brasil
Expectativas y dudas a horas de la llegada del presidente chino
El desembarco de la comitiva del gigante asiático terminará de develar el enigma de la inversiones multimillonarias

Hu Jintao, presidente de la República Popular China, llegará el martes próximo a la Argentina, en una de las visitas que mayor expectativa despertó en los últimos tiempos por la seguidilla de enredos sobre la posibilidad de inversiones multimillonarias provenientes del gigante asiático. Paralelamente, la brasileña Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp) recordó que el país oriental no tiene una economía de mercado, contrariando de este modo la declaración formal del mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva.

Jintao suscribirá con el presidente Néstor Kirchner convenios de inversión, cuyo monto y alcance generaron un sinfín de especulaciones alimentadas desde las esferas gubernamentales y luego desmentidas por la propia Casa Rosada.

Hace 15 días comenzó a sonar fuerte la versión de que el presidente preparaba un megaanuncio que dejaría boquiabiertos hasta a los más escépticos del gobierno.

Pero desde entonces no hubo más que rumores que vinculaban al gigante asiático con la cancelación de la deuda de Argentina al Fondo Monetario Internacional (FMI), inversiones en petróleo, transporte, comunicaciones, educación y cuanta área pudiera imaginarse.

Esto detonó halagos entre quienes desde hace un tiempo abogan por asociaciones comerciales alternativas a Estados Unidos y la Unión Europea (UE), menos condicionadas y más provechosas para el país.

También potenció las críticas de los que advirtieron sobre las concesiones que recibirán los chinos a cambio de sus millonarios capitales, además del riesgo de repetir la experiencia privatizadora de la década del 90, que dejó recursos prioritarios como la energía en manos extranjeras.

Sin embargo, el megaanuncio de inversiones chinas podría quedar sólo en la firma de un "comunicado conjunto", según lo reconoció un alto funcionario del gigante asiático.

"No sé el contenido de esos documentos, si se llamarán convenios o declaraciones conjuntas", dijo el director general de la Oficina de Información del Consejo de Estado chino, Yang Yang, sobre el cariz de los acuerdos a firmar.

Sí reconoció que los 20 mil millones de dólares que dejó trascender el gobierno argentino son "una cifra demasiado grande para poder ser creíble; no es una expectativa muy razonable", advirtió.

De todos modos, Yang admitió que los posibles acuerdos involucrarían a "la aviación, la educación, el comercio, el turismo, las telecomunicaciones, la industria manufacturera y la exploración petrolífera".

Para darle aún más suspenso a la situación, Jintao anunció el viernes pasado en Brasil que China invertirá 100 mil millones de dólares en Latinoamérica de aquí a 2010.

Sin embargo, la poderosa Fiesp salió ayer a afirmar que la economía china no es de mercado. Los industriales paulistas explicaron que si el país asiático fuese reconocido como tal, las empresas brasileñas podrían comprobar más fácilmente las pérdidas que sufren debido a las importaciones a precios de dumping.

Aunque el gobierno de Brasil aclare que no renunciará a salvaguardas ni a la aplicación de reglas antidumping, el mero hecho de reconocer a China como economía de mercado puede limitar los mecanismos de defensa comercial del país ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), otra de las advertencias de los empresarios.

El principal argumento de quienes se niegan a declarar a China economía de mercado es que el gigante asiático practica "dumping social", con salarios inusualmente bajos y enormes subsidios implícitos al gran capital transnacional que se instala allí.

No obstante, otros empresarios brasileños recibieron bien la decisión de Lula de reconocer a China como economía de mercado, y consideraron que abrirá la puerta a nuevos entendimientos comerciales.

El mismo debate cruza hoy a negociadores y empresarios argentinos, quienes vieron con alarma el pedido en idéntico sentido que realizó el gobierno chino a Kirchner durante su reciente gira por Asia.

Lo cierto es que la decisión brasileña abre un precedente que la Argentina no puede obviar, ya que recibirá a la delegación china con muchas expectativas de llegar a un amplio acuerdo económico.

Un dato a tener en cuenta: como país con mayor número de medidas antidumping contra China, si la Argentina también resuelve declararla como economía de mercado tendrá que probar (incluso con elementos legales) por qué aplica aranceles a los productos fabricados en el territorio asiático.

Aunque, según algunos expertos, de no seguirse la misma vía que Brasil las chances de obtener inversiones importantes por parte de China se reducirán considerablemente. Una prueba de que cada colocación iría de la mano de algún condicionamiento.

Por eso, el sector textil argentino alertó también que no habría que renunciar a aplicar medidas antidumping contra las importaciones chinas, ya que afectarían "muchísimo" a las manufacturas nacionales.
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El canciller Bielsa, el vocero Núñez y el presidente de Kirchner esperan la visita china a la Argentina.

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