Sigue la lucha armada

La organización radical Yihad Islámica acusó ayer a Israel de la muerte del líder palestino Yasser Arafat y, junto con la agrupación Hamas, anunció la continuación de la lucha armada contra el Estado judío. El premier israelí, Ariel Sharon, se conjuró en contra de Arafat y tuvo "una mano en su asesinato", afirmó en Gaza el líder de Yihad, Jaled al Batesh. La enfermedad de Arafat fue la consecuencia de una traición, afirmó. Tanto Yihad Islámica como Hamas manifestaron su dolor por la muerte de su líder. "Pese al gran dolor y tristeza, no nos sentimos pesimistas en este día en particular. Lo que sucede en Palestina nos insta a continuar la bandera de la resistencia armada y seguir enfrentándonos a la ocupación", dijo otro líder de Yihad en Gaza, Nafez Azzam.