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 martes, 09 de noviembre de 2004  
Los productores agropecuarios creen que existe connivencia policial con los delincuentes
Firme reclamo de chacareros ante el incremento de los robos rurales
Colonos del departamento Rosario expusieron la grave situación al ministro de Gobierno, Roberto Rosúa

Denuncias de inacción policial, sospechas de connivencia de la fuerza con los asaltantes y relatos de robos insólitos se mezclaron en el encuentro que tuvieron ayer productores agropecuarios del departamento Rosario con autoridades provinciales para reclamar medidas ante el incremento del delito.

El ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, el subsecretario de Seguridad Pública, Alejandro Rossi, y los jefes policiales de las zonas afectadas participaron de la reunión, que se hizo con el recuerdo fresco de dos violentos asaltos a mano armada ocurridos la semana pasada en las zonas rurales de Ricardone y Pueblo Esther.

Los chacareros se llevaron dos promesas: que se articularán las intervenciones de la policía urbana y la Guardia Rural y que se sumarán a los patrullajes efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE).

El encuentro entre los productores nucleados en la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe) y los funcionarios provinciales ligados al área de seguridad se produjo ayer al mediodía en la sede de la Sociedad Rural, Córdoba al 1800. Del encuentro también participaron el jefe de policía rosarina, José Maldonado, el responsable de la Guardia Rural Los Pumas, Víctor Sarnaglia, y los jefes de otras unidades regionales donde se registró aumento de los robos.

La reunión fue solicitada por los productores cinco días después de que el presidente del Concejo Deliberante de Roldán sufriera la irrupción de varios sujetos encapuchados en su casa de la zona rural de Ricardone. A lo largo de seis horas, lo golpearon, lo encerraron en el baño con su mujer y hasta amenazaron de muerte a su bebé de nueve meses. El nivel de reiteración de los asaltos rurales quedó expuesto dos días después, el viernes, cuando dos productores agropecuarios fueron asaltados por segunda vez en 18 días en su estancia ubicada en el límite entre General Lagos y Pueblo Esther.


Excusa policial
En el encuentro, los productores plantearon el recrudecimiento del nivel delictivo en la zona con relatos de episodios concretos que padecieron en los últimos meses. También criticaron la actuación de la policía cuando denuncian los robos. Reflejaron que la excusa policial, en esos casos, refiere a la escasez de combustible. En ese punto, se mostraron dispuestos a colaborar, si es necesario, aportando fondos para subsanar ese problema.

"Un comisario nos dijo que necesitan más o menos 20 litros por día porque no reciben nada de la provincia. Acá Rossi dice que reciben combustible. O sea que alguien miente", planteó en ese punto el colono Eduardo Larroux, de Chañar Ladeado.

Los chacareros deslizaron, además, sus sospechas de participación policial en el delito. Y al realizar un recuento de los casos de violencia rural que llevan contabilizados surgieron diferencias entre sus datos y lo que reflejan las estadísticas oficiales, según las cuales hubo un leve descenso del delito este año. Los productores dicen, para explicar ese desajuste, que hay denuncias que no se elevan.

"El problema de la inseguridad viene transfiriéndose desde el conurbano bonaerense y está creciendo particularmente en la zona cercana a Rosario", remarcó el presidente de Carsfe, Néstor Víttori, al término del encuentro.

El directivo señaló una diferencia cualitativa en relación con el tipo de delitos que afecta al campo: "Ya no se trata del hurto famélico tradicional de una persona que roba un animal. Estos son robos organizados, verdaderas empresas del robo, son bandas, lo cual alimenta sospechas de corrupción de parte de autoridades policiales y judiciales". Por último, señaló que en materia de seguridad rural hay "una ausencia total de políticas" gubernamentales.

En ese sentido, el ministro Rosúa anunció su plan para articular acciones entre las policías rural y urbana, luego de que los productores advirtieran sobre "falta de coordinación" entre las dos reparticiones.

Asimismo, indicó que se destinarán algunas patrullas de la TOE para recorrer la zona. "En el trabajo con la zona rural se trata de establecer el objetivo fundamental, que es la prevención. Para prevención necesitamos presencia policial", afirmó.


Un impuesto más
El ministro aprovechó la reunión para dejar en manos de los miembros de Carsfe un anteproyecto de ley para la creación de un consejo provincial de seguridad rural, lo cual requeriría del pago de una tasa por hectárea para mejorar el servicio de seguridad.

"Hay dos grandes temas. Uno es el ataque de la delincuencia que afecta a los elementos de producción, ganado o maquinaria agrícola, o la misma producción cerealera. Y el otro es el grave problema de los asaltos y ataques a viviendas de productores", detalló Rosúa.

El ministro planteó públicamente su preocupación ante las críticas al accionar policial: "En esos casos, yo les digo a los productores que necesito la denuncia, incluso de la complicidad policial. Porque sin denuncias no podemos llegar a saber todo. Me pongo en el lugar del productor, que tiene miedo, y lo comprendo. Pero le pido que haga la denuncia".
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Los chacareros se llevaron dos promesas.

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