Segundo robo en 20 días en Oroño al 2800

A punta de pistola roban dinero y una PC completa de un cíber

Redujeron al dueño y a los clientes después de desvalijarlos y sacarles dos bicicletas para huir

Un local de internet de la zona sur de la ciudad fue asaltado por segunda vez en menos de 20 días con un ardid casi idéntico en ambas oportunidades. Tres jovencitos se hicieron pasar por clientes, pero minutos después de navegar por la Web exhibieron sus verdaderas intenciones. Armados con un revólver apretaron al dueño del local y a unos ocho cibernautas. Todos terminaron encerrados en el baño, pero la cosa no quedó allí. Luego de juntar billetes y monedas, unos 350 pesos en total, los ladrones le exigieron al titular del comercio que desconectara una computadora completa para llevarsela. Poco después, el Comando Radioeléctrico se cruzó con uno de los ladrones: era un menor, que iba en bicicleta por Amenábar al 2000 y llevaba la PC en un bolso.

Lionel López Miño tiene 26 años y es el dueño del cíber ubicado en Oroño 2865. El último atraco que sufrió fue el viernes a la medianoche cuando el local estaba casi completo de clientes. Una historia muy similar había vivido el 19 de octubre con una pequeña diferencia. La primera vez, los delincuentes estaban armados con cuchillos. Antenoche, la gavilla utilizó un revólver para amedrentar a sus víctimas.

"Hicieron lo mismo de siempre", comentó López Miño a La Capital. Los ladrones, tres muchachos que no superarían los 20 o 25 años, llegaron en bicicleta y entraron al negocio para usar una de las computadoras para internet. Eran las 0.30 aproximadamente y el resto de las pantallas estaban casi todas ocupadas. El dueño recordó que habría en el local 8 o 10 clientes más. Los tres jóvenes estuvieron entre 10 y 15 minutos, durante los cuales dos de ellos se levantaron para ir al baño.

El asalto se desencadenó cuando el trío se dirigió hacia el mostrador donde estaba López Miño para pagar. Cuando el dueño les anunció que eran "25 centavos", uno comenzó a tocarse la cintura del pantalón como si buscara una moneda. Pero enseguida esgrimió un revólver y lo encañonó. "Estaban rejugados porque había gente en la vereda que vio todo y que además pudo resultar lastimada", comentó el comerciante.

Después, clientes y dueño terminaron encerrados en el baño. "Les sacaron la plata a los pibes, celulares y ropa", agregó López Miño. Pero el atraco fue tan alevoso que los testigos que estaban en la vereda se percataron de lo que sucedía dentro del local. Entonces dos muchachos corrieron hasta la casa de una vecina y desde allí se comunicaron con la policía. Mientras tanto, los ladrones despojaban de todo lo que podían a sus víctimas, entre las cuales se encontraban varios menores. Una situación curiosa se dio con un hombre adulto que estaba tan concentrado frente a la pantalla que no se percató del asalto que se producía casi frente a sus ojos.

"Cuando ya estábamos todos dentro del baño, se dieron cuenta que estaba ese señor. Estaba tan concentrado en lo suyo que no escuchó nada. Así que lo fueron a buscar y le sacaron 250 pesos", señaló Lionel. El muchacho también contó que una vez que habían despojado a sus víctimas, los ladrones lo sacaron del baño y lo llevaron de nuevo al salón. Allí le ordenaron que desconectara una de las máquinas. "Se llevaron una PC completa. Monitor, teclado, mouse y CPU. También agarraron la caja registradora con 100 pesos adentro y se fueron, llevándose dos bicicletas de unos clientes que estaban encerrados en el baño".

Fuentes de la Unidad Regional II indicaron que, tras conocerse el robo calificado, una patrulla del Comando Radioeléctrico interceptó a un chico de 17 años en Amenábar al 2000. El pibe iba en una de las bicicletas robadas y llevaba las partes de la computadora en un bolso. Lionel no puede dejar de recordar el atraco que sufrió el 19 de octubre pasado.

"Fue igual. Actuaron de la misma manera, nada más que en lugar de un arma de fuego tenían cuchillos. En esta zona de Oroño deberíamos tener más vigilancia, aunque sea un móvil en la Shell de Jorge Cura. La verdad es que nos sentimos muy inseguros", afirmó Lionel.

Lionel Miño dice que la zona donde tiene su comercio está desprotegida.