Rugby: Duendes se llevó todo con muy poco

Ganó el clásico de Las Delicias porque golpeó justo

Alejandro Cachari / La Capital

Duro, durísimo. Como cualquier clásico. Apretado, con pocas opciones de juego. Roce constante, desconcentración, manotazos, nervios, ansiedad. Intenso, partido flojo. Duendes le ganó ayer de local a Universitario de Rosario por 20 a 10 en un partido que además de tener casi todas las características de un derby de Las Delicias, no reflejó en el marcador lo que pasó en la cancha.

Es que Uni fue el dueño de la ovalada durante gran parte del partido, pero no supo qué hacer con ella. Duendes, eso sí, fue mucho más expeditivo. Quizás la contundencia en ataque, con Miralles como abanderado, sea el gran (o el único) atributo de los verdinegros. Eso si se mira el ingoal de enfrente. Si se revisa el local, se comprobará inmediatamente que el equipo de Pérez y Conde contó con una gran actuación de la primera línea que trabajó tiempo extra para mantener a Duendes arriba en el resultado. Ellos fueron los grandes responsables de la derrota de Universitario. Los forwards en general, la primera línea en particular.

¿Y Uni? Puras intenciones, sanas intenciones, primitivas intenciones. Blandito. El equipo académico sufrió mucho el tackle de Duendes. Y en medio de un partido muy desordenado, la aspereza de Duendes pudo más que el intento de juego visitante. Entre los dos pusieron un puesto de venta en Las Delicias: Uni ofrecía los knoc on al por mayor y Duendes vendía penales a diestra y siniestra. Las imprecisiones fueron protagonistas.

Duendes aprovechó su primer ataque, a los 8', para que Miralles apoye. Después hubo unos 20 minutos en los que Uni se fue a vivir muy cerca del ingoal local, pero siempre volvió sin nada.

Amonestados mediante, el partido se hizo un poco más abierto y Miralles quebró la línea de ventaja a los 39' para marcar un gran try y estampar un 12-0 muy poco relacionado con el desarrollo del juego.

Iguri metió un penal en el descuento para aportar unos gramos de justicia y adiós primera parte.

Parecía que todo estaba terminado a los 4' del segundo tiempo cuando Nacho Martínez apoyó para 17-3, pero el partido se copió de su primera mitad. Juego, pelota e imprecisiones para Uni; defensa, tackle y sacrificio para Duendes.

A los 22' el partido tuvo un quiebre, o debió tenerlo: amarilla para Farré y try convertido de Iguri. Pero a Uni ya no le quedaba resto. A las ideas se las olvidó a unas pocas cuadras, nunca las tuvo.

Penal para Duendes a 4' del final y el grito desesperado de Aspirina Pérez para que pidan palos. Una clara muestra de lo que era el partido. Miralles no falló y asunto terminado.

El Pitu Miralles fue un intríngulis para la defensa de Uni.