Cortocircuito

El Tolo Gallego cruzó feo a Mario Jardel

José M. Petunchi / La Capital

Las declaraciones de Mario Jardel, pidiendo una chance en el equipo, le cayeron como un baldazo de agua helada a Américo Gallego. Tanto fue así que ayer, en la primera ocasión que tuvo, le tiró con munición gruesa. Y para que no queden dudas, lo hizo delante de todo el plantel, como para que la exposición fuese aún mayor. Como siempre, el Tolo reunió a todo el plantel en la mitad de la cancha y comenzó a contarles todo lo que iban a hacer. Una vez que concluyó con eso, el DT llamó, de mala manera, al delantero brasileño. "A ver vos, vení para acá", le espetó en un tono de pocos amigos. "Vos te pensás que vas a jugar porque salgas en los medios y porque vayas a la televisión. Vos vas a jugar cuando yo diga", disparó, palabras más, palabras menos, el entrenador delante de todos sus compañeros, según algunas versiones surgidas del seno del plantel.

No conforme con eso, el Tolo también le pegó a las personas (los empresarios Ricardo Rocha y Hugo Promanzio) que acercaron al delantero diciendo que "me mintieron, me dijeron que hacía 5 meses que no jugaba y hacía un año y medio que no lo hacía" (N. de R: en realidad hacía 6 meses que no jugaba). Y para rematarlo le echó en cara que el último domingo no había querido jugar en reserva porque "saliste de joda", cuando las versiones siempre señalaron que estuvo con un malestar estomacal.

Luego de ese desatino del entrenador -por el momento-, Jardel se retiró del predio, pensando en armar las valijas y rescindir el contrato (tiene hasta junio de 2005). Estaba enfurecido y muy caliente con Gallego, porque entendía que lo verdugueó y ridiculizó delante de todo el grupo y que viene soportando un mal trato desde hace bastante, algo que se contrapone notablemente con la buena relación que había al principio. De hecho, el Tolo se entusiasmó como loco cuando surgió la posibilidad de que llegase al Parque.

Para completar el cuadro hubiese sido necesario conocer la opinión y la posición pública de Gallego sobre este tema, pero como cada vez habla menos con la prensa fue imposible.

"Contó hasta 10 para no reaccionar", confiaron allegados al jugador, quienes estuvieron un rato largo para ablandarlo y calmarlo. Y la tranquilidad llegó también cuando hablaron con los dirigentes, quienes fueron los más sensatos en esto y le pidieron serenidad y calma en este momento tan particular.

Luego de esto, el brasileño tomó la decisión de continuar en el club, donde quiere estar por el "orgullo de jugar en el fútbol argentino y no porque venga a robar la plata, porque financieramente estoy bien, después de estar tantos años jugando en Europa".

De lo que sí está arrepentido el brasileño es de haber jugado al comienzo del torneo ante Vélez en lugar de ponerse bien físicamente primero, para luego recién hacer su presentación en el equipo, aunque esa fue una decisión conjunta con el cuerpo técnico que lo terminó condenando.

A Jardel a esta altura podrá criticársele que salió a hablar luego de una derrota, aunque en rigor también había reclamado una chance antes de Arsenal, cuando el equipo venía ganando. Pero lo que llama la atención es el poco tacto que tuvo el entrenador, un hombre con vestuario, al margen de la consideración que tenga del jugador, porque el Tolo eligió mal el momento para cruzarlo al brasileño y terminó dándole mayor trascendencia a una declaración que de no ser por él, hubiese quedado en el deseo lógico de jugar de alguien que no lo está haciendo.

Lo concreto es que Supermario -a quien le sugirieron que tenga menos exposición pública-, por ahora seguirá en el club, jugando en reserva y esperando una oportunidad que tal vez con Gallego no llegue nunca. "Está contenido y más tranquilo ahora", dijo un allegado al delantero. Lo que nadie puede aseverar es qué sucederá si la situación se repite. Tampoco si el brasileño hace un par de goles en reserva mañana y el equipo sigue con ese déficit en primera. Lo que parece poco probable es que después de diciembre, los dos sigan en el club.

Gallego le recriminó de mala manera a Supermario sus declaraciones.