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 sábado, 06 de noviembre de 2004  
Inta Expone. Con la megaexposición de las regionales pampeanas, el organismo inicia un camino de transformación
El Inta recuperó la mística en Oliveros
La primera edición de Inta Expone reunió a 50 mil asistentes. En una inédita movilización, más de 400 técnicos técnicos estuvieron mano a mano con los productores y el público no específico

Patricia Martino / La Capital

Como las megamuestras del campo pero "sin venderle nada a nadie". Así fue la primera edición del Inta Expone, la exposición del organismo tecnológico que se realizó en la estación experimental Oliveros y reunió la producción técnica y científica de las unidades de la región pampeana. Más de 50 mil personas se vieron sorprendidas por la magnitud y contenidos de la muestra pero fueron los más de 400 especialistas del ente que oficiaron de incansables guías, los que desbordaron de satisfacción al sentirse más protagonistas que nunca.

"Indudablemente esta muestra tiene un resultado hacia adentro de la familia del Inta, un factor importante de movilización interna, este organismo está distribuido en todo el país y a veces ni los propios actores llegan a visualizar lo que significa la institución", señaló el director del organismo, Roberto Boccheto.

Los siete senderos de la tecnología diseñados en agricultura, ganadería, diversificación, extensión y desarrollo rural, gestión ambiental, informática y de las innovaciones a futuro cumplieron con el objetivo general: mostrar a los hombre de campo y el público en general la tecnología que el Inta desarrolla para mejorar la competitividad de los sistemas agropecuarios y agroindustriales en un marco de sustentabilidad ambiental, económica y social. La tecnología exhibida fue la generada en las estaciones de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y La Pampa.

La megamuestra, además, contó con una variada oferta de capacitación y actualización técnica para productores y profesionales donde se trabajó sobre turismo rural, calidad para la competitividad del sector agroalimentario, siembra directa, malezas resistentes a herbicidas y situación actual de la fiebre aftosa, entre otras.


Echando raíces
El sendero agrícola fue uno de los puntos fuertes de atención por su amplio recorrido por todas las etapas de los cultivos importantes de la región. Alejandro Saavedra, coordinador de ese sector en Inta Expone, contó que se mostró "información tecnológica fuera de todo interés comercial y con una infraestructura que no frecuentemente se dispone en una megamuestra".

En este sector se podía observar un recorrido completo del ciclo de cultivos, desde la elección de la semilla y manejo del cultivo hasta la cosecha, almacenamiento y alternativas de mercados. En los módulos de ese espacio se pudieron observar experiencias en materia de rotación y planificación de siembra, protección vegetal, mejoramiento genético, programas de calidades específicas (se presentó por ejemplo un programa de certificación de granos no OGM instrumentado por Intea) y las novedades en el siempre interesante mundo de la agricultura de precisión.

Mario Bragachini, del Inta Manfredi, comentó el lanzamiento de una máquina totalmente inteligente con tres posibilidades de variación con GPS, que el organismo desarrolló junto a la empresa Agrometal.

Que no fuera una muestra comercial no impidió que el organismo mostrara los resultados de todos los convenios de vinculación tecnológica que tiene con el sector privado y otros organismos. Por ejemplo, se anunció en el marco de la muestra la salida comercial, para el año próximo, de los primeros trigos producidos junto a Bioceres, la biotecnológica rosarina que se encarga de la multiplicación, comercialización y patentamiento de esos desarrollos. "Queremos volver a participar del mercado de trigo, como cuando nuestras semillas cubrían toda la geografía del país", señaló Carlos Cheppi, presidente del organismo.

El nuevo programa de mejoramiento para este cereal se orienta a la creación de variedades con alta productividad, excelente comportamiento a factores de estrés biótico y abiótico, calidad industrial diferenciada, adaptación a distintos nichos agroecológicos y adaptación a siembra directa y resistencia al vuelco, entre otros puntos.

En tanto, la semillera Produsem también trabaja junto al Inta para lograr una variedad de alfalfa con menos riesgo de empaste.Miguel Mac Maney, gerente de productos de la compañía, anticipó que se están obteniendo resultados positivos y que en 2005 estaría saliendo la primera producción.

En el sendero de la agricultura se destacó el "semillón", que permitía a los asistentes ingresar al interior de una semilla de soja, donde la gente del Inta Oliveros mostraba la tecnología dedicada al análisis de la semilla de la oleaginosa y los trabajos para garantizar su sanidad y calidad. Una de las estrellas fue el SAD 9000-S, el equipo analizador automático de semillas desarrollado por el Inta y Consultar, que supo ganar premios a la innovación tecnológica.

Las fronteras del conocimiento se expusieron en el sendero de la innovación a futuro, con un stand dedicado a explicar las aplicaciones de la genómica. Entre sus herramientas de mayor aplicación, se mostró la utilización de marcadores moleculares para el mejoramiento asistido. El Inta tiene experiencia en el desarrollo de marcadores moleculares, especialmente en los llamados microsatélites, y los utiliza para la exploración de girasol, papa, sorgo, soja, trigo, maíz, eucaliptus, cabras, bovinos y camélidos. En el stand de genómica el público podía ver cómo se extrae ADN de la soja, una "experiencia casi de laboratorio".

Carolina Martínez, del Inta Castelar, explicó que en el organismo se trabaja con plantas transgénicas, vacunas de última generación y nuevas tendencias en alimentos e información satelital. Como novedad, se presentó en la carpa del futuro un desarrollo sobre superficies autolimpiantes para trabajar en el laboratorio con plantas hidrofóbicas.

"El Inta quiere desarrollar nuevos proyectos usando biotecnología pero sin dejar el conocimiento clásico que hay en todas las experimentales del país", destacó la especialista.

Por otra parte, Beatriz Rosso, del Inta Pergamino, habló de la importancia del banco de germoplasma donde se almacenan los genes de diferentes variedades de cultivos para utilizarlos en el corto plazo pero, "lo más importante", en el largo plazo. "La idea es que al menos podamos conservarlos por 20 años porque a medida que se extiende un cultivo se pierde variedad y nuestro trabajo es mantener la calidad", explicó.Por otra parte, el Inta está trabajando en vacunas de última generación contra el virus de aftosa, peste porcina, brucelosis en bovinos y newcastle (aves). Oscar Toboga, del Inta Castelar, también contó que el organismo centra sus investigaciones en la realización de test para detectar enfermedad que sean de bajo costos para los productores. Respecto al monitoreo satelital en cinco departamentos del centro de la provincia de Santa Fe se implementó un sistema para que los productores estén atentos sobre la evolución de las distintas enfermedades foliares, especialmente de la roya de la soja. Así, surgió la Red de Información de Interés Agronómico (Riia), un emprendimiento del Inta Rafaela junto a la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Litoral con sede en Esperanza .

En tecnologías de alimentos el Inta mejora la calidad sensorial y nutricional para lograr productos diferenciados. El Inta Castelar durante el 2003 trabajó en vinos tintos diferenciados, luego de varias investigaciones se aumentó el nivel de polifenoles (benéficos para la salud) y este año en ajo y cebolla diferenciada también con polifenoles y fructanos. Marina Insani, del Instituto Tecnología de Alimentos, subrayó que "la idea es lograr alimentos con calidad integral".En tanto, el sendero ganadero mostró todos los sistemas de producción destacados en la pampa húmeda y módulos sobre forrajeras, fertilización, forrajes conservados, laboratorios de alimentos, producción ovina, porcina, lechera y de carne bovina, y las herramientas más modernas en genética y reproducción.

Los doce módulos se presentaron a través de laboratorios, parcelas, animales y actividades dinámicas. En genética y reproducción se realizaron mediante un laboratorio móvil prácticas de recolección y transferencia de embriones bovinos y evaluación reproductiva de vacas lecheras.

Ernesto Madero, del Inta Delta, tuvo a su cargo la coordinación del sendero de Diversificación Productiva, que concitó especial atención por su variedad de propuestas alternativas dando un color especial a la muestra además de brindar al visitante una amplia imagen de los alcances del trabajo institucional en ese segmento productivo. En la exposición tuvieron un lugar especial las actividades alternativas como la cunicultura, fruticultura, aromáticas, apicultura, lombricultura, cría de ñandú, caracoles y hongos comestibles. Además, un espacio para la producción del programa Pro Huerta y manos de desarrollo social con mermeladas, licores, tejidos, quesos y plantas.
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Los técnicos del Inta celebraron el contacto con los visitantes.

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