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El retorno de las lluvias, un aviso del próximo Niño

Las lluvias ocurridas a partir de comienzos de octubre trajeron alivio a gran parte del área agrícola en momentos en que la situación comenzaba a ser crítica. Aunque aún subsisten numerosos bolsones de sequía, las perspectivas de producción mejoraron notablemente, poniendo en evidencia que se está dando un proceso de transición hacia condiciones normales.

La causa de la sequía que afectó a gran parte del área agrícola sudamericana hasta mediados de octubre radicó en un enfriamiento de las aguas del Océano Pacífico Tropical que, desde mediados del año pasado, afecta al continente sudamericano a la altura de las costas de Perú y Ecuador, configurando una especie de "Mini La Niña", que deprimió la formación de lluvias.

El oportuno retorno de las lluvias, durante octubre se debió a que la "Mini La Niña" se redujo al mismo tiempo que comenzaron a notarse los primeros indicios del desarrollo de un episodio de "El Niño", según lo pronosticado por los principales centros climatológicos internacionales.

La primera etapa del proceso llegó justo a tiempo para evitar que el este de la región chaqueña, la mayor parte de la región pampeana, el área agrícola del oeste de Uruguay, y el área agrícola del sur de Brasil sufrieran un importante recorte de la intención de siembra de los cultivos estivales tempranos.

Lamentablemente, el alivio llegó tarde para el trigo, cuya etapa de formación del rendimiento debió cumplirse en un ambiente excesivamente seco. Es posible que sólo el sudoeste y sudeste de Buenos Aires, que fueron las únicas zonas que recibieron buenas lluvias a comienzos de la primavera, logren obtener buenos rindes y calidad.

Continúa teniendo lugar una marcada alternancia entre los vientos cálidos del nordeste, que provocan lapsos con temperaturas superiores a lo normal, y los vientos fríos del sudoeste. Persiste el riesgo de irrupciones tardías de aire polar. Aunque es difícil que se produzcan heladas, los cultivos podrían verse afectados por los descensos térmicos fuera de época.


Verano 2005
Los pronósticos de los principales centros van coincidiendo en que, a partir de enero comenzarán a darse condiciones de tipo "El Niño" moderado. Seis de los once principales centros internacionales señalan el inicio de un evento de este tipo. Es significativo que el Australian Bureau of Meterology (Servicio Meteorológico Australiano) ha comenzado a admitir extraoficialmente esta posibilidad. Australia es un país donde "El Niño" provoca graves efectos, por lo que las autoridades locales sólo dan este tipo de anuncios cuando poseen verdadera certeza sobre su ocurrencia.

Para el área agrícola del sudeste de Sudamérica, este pronóstico implica que los cultivos estivales recibirán lluvias abundantes en febrero y marzo, durante el período crítico de formación del rendimiento. Este hecho reviste gran importancia, porque las mermas de producción de maíz y soja que afectaron a la campaña 2003/2004 se debieron en gran medida a la falla de las lluvias en esos meses.

Sin embargo, la transición desde el actual estado de "Mini La Niña", con lluvias irregulares, hacia el estado de "El Niño", que se anuncia para el verano, promete causar una buena dosis de riesgo. Si la primavera continúa exhibiendo una marcha irregular de su régimen hídrico, para cuando lleguen las lluvias de verano, ya se habrán producido daños serios.

También debe tenerse en cuenta que las precipitaciones que provocará "El Niño" a partir de febrero proveerán condiciones favorables para el ataque de enfermedades. Debe tenerse en cuenta que la sequía que afectó al este de Bolivia, Paraguay, norte de Argentina y sur de Brasil, impidió que se produjera un ataque generalizado de roya asiática de la soja.

Eduardo Sierra (Fauba/Climagro)